Entregan premio Dinosaurio del año 2103
27 de diciembre de 2013En Alemania hay una ordenanza que prescribe que por lo menos el 80 por ciento de los envases de bebidas deben ser, o bien botellas reutilizables, o envases desechables “ecológicamente ventajosos”, como cajas de cartón. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. En la práctica, desde 2008 se venden más bebidas en botellas de plástico y en latas que en botellas reutilizables, pese a que por lo general se cobra una garantía de 25 centavos de euro por recipiente desechable.
En 2011, la mayoría de los refrescos fueron vendidos en envases no reutilizables. Lo mismo vale para el agua mineral. La tendencia se ha acentuado desde que las grandes cadenas de descuento ofrecen, a precios imbatibles, agua en botellas que no vuelven a usarse.
“Envases del futuro”
Los productores de envases desechables, las embotelladoras y también algunos supermercados ven con beneplácito el fenómeno y quisieran fomentarlo. En octubre de este año fundaron la “Federación de Envases de Bebidas del Futuro” (BGVZ), que se opone a la “discriminación” de los envases desechables y argumenta que son más higiénicos y livianos, y que consumen menos recursos.
La Liga de Defensa de la Naturaleza de Alemania (NABU) critica tales propósitos y denuncia que ya el nombre de la federación es engañoso. “No se trata de envases del futuro, sino de defender intereses económicos a costa del medio ambiente”, señala el presidente de NABU, Olaf Tschimke. A su juicio, es una hipocresía presentar envases desechables como un aporte activo a la protección del medio ambiente. “Los embotelladores ganan grandes cantidades de dinero por envase retornable que no se devuelve”, explica.
¿Envases inofensivos?
Las latas y las botellas PET tampoco son a su juicio inocuas para la salud. Por ejemplo, el Ministerio austriaco del Medio Ambiente publicó en 2012 un análisis, según el cual se encontró en múltiples bebidas comercializadas en latas bisfenol A, una substancia que actúa sobre las hormonas.
Para incentivar un debate sobre los envases, NABU otorgó el premio “Dinosaurio del año 2013” al gerente de la federación BGVZ. Desde 1993, la estatuilla se entrega anualmente a personajes que se hayan destacado negativamente en el ámbito ecológico. El año pasado la recibió la entonces ministra de Agricultura, Ilse Aigner.