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Es hora de que Boris Johnson salga de Downing Street

7 de julio de 2022

En el Reino Unido urge un cambio rápido de Gobierno para evitar una parálisis política. Johnson no solo debería dimitir como líder conservador, sino dejar de inmediato el cargo de primer ministro, opina Bernd Riegert.

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Boris Johnson, aún en su época como alcalde de Londres, tirando de una gruesa cuerda, con esfuerzo, en una conmemoración.
Boris Johnson perdió la pulseada política y debe dejar cuanto antes el puesto de primer ministro, dice Bernd Riegert, de DW.Imagen: Getty Images/B. Pruchnie

Boris Johnson fracasó debido a Boris Johnson. No fueron la derrota electoral ni la oposición, las que llevaron a la caída del líder conservador populista, sino su propio carácter. Luego de tres años en el cargo y tras una serie de escándalos, el primer ministro de Gran Bretaña quedó, finalmente, como un mentiroso, un encubridor y un negador de la realidad.

Su propio gabinete y su propio partido llegaron a la conclusión de que Johnson, una vez portador de esperanza, al final solo es alguien lamentable. Boris Johnson, que posee indudablemente talento político y es capaz de conquistar el poder y convencer a las personas, fracasó por una caótica red de mentiras y promesas incumplidas, y una autocomplacencia exagerada.

Johnson cree que es insustituible

El hecho de que ahora, de manera evidente, planee permanecer posiblemente varios meses como un "pato rengo" en Downing Street, hasta que el Partido Conservador haya elegido a un nuevo presidente o a una nueva presidenta, en un congreso regular, encaja con él.

Johnson se considera irreemplazable, se aferra al poder y no ha reconocido por qué debe irse, y que solo él es responsable de lo que sucede. En su discurso, le echó la culpa al "instinto de rebaño" de los miembros del Parlamento.

En este error de juicio, recuerda trágicamente a su modelo populista, Donald Trump. Al igual que Trump, Johnson no quiere admitir que se le acabó el tiempo. Al igual que Trump, a Johnson parece no preocuparse por el daño que su desordenada salida está causando al sistema político de su país.

Bernd Riegert, corresponsal para Europa de DW.
Bernd Riegert, corresponsal de DW para Europa.

Boris Johnson mantuvo su promesa de 2019 e hizo posible el "brexit", la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). El poco convencional Johnson hizo lo que no logró su desafortunada, pero al menos responsable predecesora, Theresa May: firmó un acuerdo de salida con la UE, que sabía que nunca podría cumplir, porque probablemente nunca quiso sostenerlo.

El tratado crea una frontera virtual de mercancías y aduanas entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que sigue siendo parte del mercado interior de la UE. Algo realmente inaceptable para los discípulos del "brexit", que se dejaron cegar por la aparente flexibilidad del populista.

Regocijo en la Unión Europea

De todos modos, Johnson obtuvo una victoria fulminante para los conservadores en las elecciones generales de diciembre de 2019. Sin embargo, después de esa victoria, todo fue barranca abajo.

Boris Johnson quiso romper simplemente de manera unilateral el tratado internacional con la UE a principios de 2022, y sellar esa ruptura con un par de frases divertidas.

Eso no ocurrirá, por el momento, porque el Gobierno interino en Londres ya no podrá hacerlo. Ahora, en la UE hay cierto alivio, incluso regocijo, porque Boris Johnson pasará a la historia. Sin embargo, es prematuro esperar que su sucesor respete los acuerdos del "brexit". En este momento, no es predecible si la relación entre la UE y Gran Bretaña mejorará, o empeorará.

Boris Johnson maniobró a su país durante la pandemia con un curso tambaleante. Al principio, no se la tomó en serio, pero luego logró organizar una exitosa campaña de vacunación, que tuvo un impacto más temprano que en el resto de Europa. No obstante, Johnson hizo caso omiso de las restricciones impuestas por su propio Gobierno, celebrando fiestas en su residencia oficial, lo que le asestó el golpe final a su carrera política.

Los desafíos para el próximo Gobierno

La nueva primera ministra o el nuevo primer ministro británico deberá vérselas con la alta inflación, la caída del comercio exterior como consecuencia del "brexit", la tensa situación geopolítica que ha creado el ataque ruso a Ucrania, la crisis alimentaria mundial y el abandono de los combustibles fósiles. A nivel de política exterior, el Reino Unido estará paralizado durante meses, a causa del anuncio de dimisión de Johnson.

Ahora, sigue una fase de incertidumbre, hasta que asuma un nuevo Gobierno. Eso ayuda poco, en vista de las múltiples crisis y de la necesidad de cooperación internacional. Boris Johnson admitió que el presente parece oscuro, pero previó un "futuro dorado" para el próximo equipo de Gobierno.

Boris Johnson no ocultó el hecho de que emulaba al gran primer ministro Winston Churchill. A veces, incluso imitaba sus gestos y su forma de caminar. Pero, por supuesto, eso no fue suficiente. A diferencia de Churchill, Johnson no tenía principios firmes, ni convicciones profundas, y sí muy poca consciencia.

(cp/rml)