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¿Es posible entrenarse contra el envejecimiento del cerebro?

Mirra Banchón4 de mayo de 2007

Que el areal del cerebro responsable de la memoria pueda crecer con entrenamiento podría ser la clave para conservar la mente clara a avanzada edad. Un equipo del instituto Max Planck lo investiga.

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Human brain, on texture, partial graphicImagen: AP

Es vox populi: a mayor edad menor capacidad de rendimiento, menos memoria, menos capacidad de aprender. Esto se debe a que las neuronas no se regeneran. No es así, dice un grupo de científicos del Instituto Max Planck para Investigación Educativa. Para probarlo realizan un estudio, cuyo objetivo final es determinar en qué medida un entrenamiento específico hace que el hipocampo -el areal del cerebro responsable de la memoria y la orientación- crezca, independientemente de la edad.

Búsqueda por el zoológico

En este proyecto se trata básicamente de determinar y medir los cambios en el hipocampo de 96 personas -mitad estudiantes entre 20 y 30 años y la otra mitad jubilados entre los 60 y los 70-, que son sometidos a una búsqueda de diversos animales por un zoológico virtual. Tres sesiones semanales, cada una de 50 minutos. En cada encuentro, la búsqueda se continúa exactamente en el lugar en donde se la dejó la vez anterior. Esto tiene un efecto de aprendizaje y entrenamiento, pues la persona tiene tiempo para pensar.

El cerebro sí se regenera

Que la neurogenesis existe fue detectado por primera vez en canarios, por Fernando Nottebohm de la Rockerfeller University de Nueva York, en los años 80. En 1999, Eleanor Macguire del University College of London detectó que el hipocampo de 16 taxistas londinenses era mayor que el de otras tantas personas similares que desempeñaban otros oficios. ¿Por qué? Porque el hipocampo es plástico, y es susceptible de cambiar con cada alteración de las condiciones vitales. La cantidad de información diaria que debe manejar un taxista para orientarse en esa metrópolis hace de su hipocampo un modelo de plasticidad y tamaño.

Entonces, ¿cabría predecir que el hipocampo de las personas que participan en el estudio crezca, también en los de edad avanzada? Siendo precisamente esa parte del cerebro la responsable de la orientación, podría ser, aseveran los investigadores del Instituto Max Planck. Hay muchos indicios de que un incremento en la actividad cerebral se traduce en un mayor tamaño del hipocampo, sin embargo no se sabe de dónde viene exactamente. Por eso, después de acabada la búsqueda, los participantes serán sometidos a exámenes especiales que determinarán si después de este jogging cerebral ha habido otros procesos neuronales.

¿Juegos de orientación contra el envejecimiento?

Reunidos en torno a Martin Lövdén -un sicólogo premiado por la Fundación Humboldt con un millón de euros para su proyecto de investigación- este equipo de gerontólogos pretende determinar si un entrenamiento de memoria es susceptible de ser transferido a otros campos. Es decir, si una persona que hace muchos ejercicios de orientación, puede luego aprenderse mejor una lista de palabras.

Sobre todo en Estados Unidos, los brain joggings prometen ser la panacea contra la pérdida de memoria en la vejez. No es así, vuelve a aseverar el equipo de Lövdén, pues las personas se adiestran en una sola cosa, y muchos de ellos sólo en ella mejoran. Es decir, tener una memoria clara en la tercera edad, no se consigue sólo entrenándose con jueguitos de orientación. La información genética, la vida que se lleva, la alimentación y el movimiento tienen mucho que ver con la capacidad cerebral de una persona durante toda su vida, también a edad avanzada.

Aunque los resultados de la investigación -que se esperan para marzo de 2008- son relevantes, lo más importante para evitar el envejecimiento cognitivo, dicen estos expertos, es la estimulación mental que da una vida plena, siendo taxista o cualquier otra cosa.