ESA confirma existencia y frecuencia de las olas gigantes
28 de julio de 2004En los últimos 20 años, según cifras aportadas por la Agencia Espacial Europea (ESA) se han hundido unos 200 buques tanque y contenedores. Se estima que algunos de ellos podrían haber sido víctimas de gigantescas olas conocidas también como tsunami, una palabra japonesa que significa “ola de puerto”, unas olas que destruían las aldeas de pescadores sin que en alta mar se sintiera su paso.
Según marineros que dicen haber sobrevivido el encuentro, esas olas pueden llegar a medir entre 30 y 50 metros de altura. Hasta hace poco se contaba con pocos y no muy precisos datos sobre las tsunamis. En febrero de 1995, durante un huracán, una de estas olas gigantes embistió la plataforma petrolera “Draupner” en el Mar del Norte. Un equipo láser a bordo midió que la ola tenía 26 metros de altura.
¿Causa de muchos naufragios?
Wolfgang Rosenthal, científico del Centro de Investigación GKSS de Alemania, explica que en promedio se hunden cada año dos barcos, pero las causas no suelen ser investigadas a fondo, como sucedería en el caso de un siniestro aéreo. Por lo general se suelen explicar estas catástrofes con un lapidario “mal tiempo”.
Apoyados en evidencias concretas como la medición en la plataforma “Draupner”, los científicos no ponían en duda la existencia de estas olas. Sin embargo partían de que se trataba de fenómenos que se registran una vez cada 10.000 años. Nuevos datos hacen pensar que las tsunamis se registran con mucha mayor frecuencia de lo que se sospechaba.
Mediciones de un radar en la plataforma petrolera "Goma" en el Mar del Norte registraron, según la ESA, 466 olas gigantes en 12 años. Los dos satélites ERS en órbita alrededor de la Tierra, desde 1991 y 1995 respectivamente, y cuyos datos se utilizan únicamente para el proyecto europeo “MaxWave” aportan datos concretos. El Synthetic Aperture Radar (SAR) de los satélites gemelos ERS 1 y ERS 2 fotografió a distancias de 200 kilómetros secciones de diez por cinco kilómetros del océano y analizó la energía de las olas y su dirección. Los resultados fueron sorprendentes: a principios de 2001 y tan sólo en un plazo de 3 semanas se registraron a nivel mundial 10 olas gigantes de 25 y más metros de altura.
Barcos y plataformas inseguras
Sólo gracias a los satélites de radar su puede hacer este tipo de investigaciones, pues a diferencia de los satélites que toman fotografías, los de radar funcionan también de noche, cuando está nublado o durante tempestades.
Según los primeros resultados de las investigaciones, las grandes olas se forman por lo general en aquellos puntos en donde olas “normales” chocan con remolinos o corrientes marinas. Las corrientes absorben la energía de las olas y crean olas más grandes. Según los primeros resultados, la costa este de Sudáfrica es una de las más peligrosas. También la corriente del Golfo en el Atlántico Norte tiende a crear olas gigantes si se topa con olas provenientes del Mar del Labrador.
La constatación de la existencia y frecuencia de las olas gigantes es un grave problema para los astilleros y la industria petrolera, pues los barcos y plataformas petroleras están construidos hasta ahora para hacer frente a olas de un máximo de 15 metros.