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El escollo fiscal de EE.UU.

9 de noviembre de 2012

Tras su reelección como presidente, Obama enfrenta un reto gigantesco: persuadir al Congreso de llegar a un acuerdo para poner coto al déficit fiscal. Si no lo logra, la recesión tocará a la puerta de Estados Unidos.

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Imagen: picture alliance/dpa

A juicio del Fondo Monetario Internacional (FMI), es la lentitud con que se implementan las reformas en la Unión Europea (UE) y en Estados Unidos lo que causa la inseguridad económica palpable a escala global. Pero, mientras los socios del bloque comunitario comienzan a llegar acuerdos para activar mecanismos que pongan coto a la crisis financiera y protejan su moneda, los congresistas estadounidenses se muestran incapaces de superar su rivalidad partidista para salir del escollo fiscal en que se halla la más grande economía del mundo.

Tanto el FMI como la Oficina de Presupuesto del Congreso pronostican que, si de aquí a fin de año los demócratas y los republicanos no alcanzan un compromiso que equilibre los recortes del gasto público con el aumento de los impuestos –el paquete de recursos para sanear las finanzas estadounidenses asciende a 470 mil millones de euros, cerca del 4 por ciento del Producto Interno Bruto nacional–, Washington se verá obligada a imponer medidas de austeridad que traerán consigo una profunda recesión.

Según el experto en tópicos presupuestarios Rob Haskins de la Brookings Institution de Washington, una organización independiente sin fines de lucro dedicada al estudio y diseño de políticas públicas, el lema de los congresistas estadounidenses es “nunca decidas hoy lo que puedes decidir mañana”, sobre todo en momentos de marcada polarización política como el actual. Nadie quiere espantar a sus electores votando a favor de medidas impopulares, por mucho que de ello dependa la solución de los problemas financieros nacionales.

US Kongress Washington DC, Präsident Obama
Muchos congresistas estadounidenses temen espantar a sus electores votando a favor de medidas impopulares.Imagen: picture-alliance/dpa

Carrera a contrarreloj

A mediados de año, el Gobierno central elevó el límite de endeudamiento del Estado para poder continuar pagando sus cuentas. La Cámara de Representantes del Congreso, que está dominada por los republicanos, aprobó esa moción a cambio de que el déficit presupuestario nacional y el endeudamiento estatal fueran controlados férreamente. Eso propició la promulgación del Budget Control Act que establece recortes anuales de 109 mil millones de dólares durante los próximos años en el sector Defensa y en otro ámbito interno.

Estos recortes se consumarán si a un comité imparcial se le hace imposible presentar un plan más efectivo para compensar el enorme déficit presupuestario estadounidense. El especialista de la Brookings Institution enfatiza que el escollo fiscal en cuestión es un problema político causado por los propios congresistas: mal dispuestos a hallar un balance entre los recortes del gasto público y el aumento de los impuestos, ahora, estos políticos intentan evitar por todos los medios que se practique lo que ellos mismos exigieron: mayor control presupuestario.

Haskins da por sentado que el Congreso tomará una decisión a última hora para obstaculizar los recortes del gasto público más duros y el aumento de los impuestos. Y, a largo plazo, eso no contribuirá a reducir el endeudamiento de Estados Unidos, que hoy asciende a 16 trillones de dólares.

Autores: Spencer Kimball / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López