Estado de emergencia en torno a central nuclear en los Urales
10 de agosto de 2010La ciudad de Osyorsk, en las cercanías de Chelyabinsk en los Urales, se declaró en estado de emergencia luego de que los incendios se acercaran a unos 80 kilómetros de sus instalaciones nucleares. Pero la portavoz del Ministerio de Protección Civil, Irina Andrianova, aseguró este martes que las llamas en torno al gran centro de procesamiento y almacenamiento de residuos atómicos Mayak están extinguidas.
Tras una reunión de emergencia las autoridades rusas bajaron la alerta en Osyorsk, pero el alcalde, Viktor Trofimchuk, mantiene el estado de emergencia y prohibió los picnics en los parques de la ciudad y los bosques colindantes.
Planta bajo control, territorios contaminados no
Gran parte de la región en torno a Mayak se considera altamente contaminada con material radioactivo. En este sitio, a unos 1.800 kilómetros de Moscú, surgió la primera instalación productora de material nuclear fisionable. En 1957 se produjo en Majak una explosión no nuclear, a consecuencia de la cual unos 100 kilómetros cuadrados estarían contaminados con material radiactivo en las inmediaciones, según estiman expertos.
Desde hace décadas Majak vierte además residuos radioactivos al medio ambiente, gran parte de los cuales han terminado en un lago cercano. Un vocero de la sección rusa de Greenpeace advirtió que podría ocurrir una catástrofe si los fuegos liberan a la atmósfera material radiactivo, aunque las llamas no lleguen a la planta nuclear.
Un portavoz de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aseguró que Mayak no está entre las instalaciones que Rusia permite controlar a inspectores nucleares, por lo que la seguridad concierne únicamente a Rusia.
Optimismo de autoridades
Entre tanto, la agencia Interfax informa que las autoridades rusas de Defensa Civil comunicaron la extinción del fuego en otro centro de investigaciones nucleares cerca de Sneyinsk. El director del centro también ubicado en los Urales se había mostrado optimista temprano: “el clima nos favorece, no hay viento, así que hoy acabaremos de una vez con los focos que quedan”.
En los trabajos de extinción murieron desde el lunes al menos dos personas, según los datos oficiales, entre ellos un soldado que luchaba contra las llamas en el centro de investigación atómica de Zarov, que ya se lograron extinguir. La cifra de muertos por los incendios aumentó así a al menos 54, según cifras oficiales, aunque las organizaciones humanitarias hablan de un número mayor.
En general la situación sigue pareciendo peligrosa, pues las fuerzas de seguridad (que ascienden a más de 100.000 efectivos) no han logrado controlar los ya más de 550 focos activos. Una superficie de más de 1.700 kilómetros se ha visto afectada, pero la televisión estatal rusa ha dejado de mostrar las verdaderas dimensiones del desastre y reportan ahora sobre el presunto éxito de las operaciones de salvamento.
El presidente Medevédev visitó así la República Mari-El, que no ha sido alcanzada por el fuego al oeste de la capital moscovita. Medvédev conversó con campesinos satisfechos con la cosecha de este año y mostró su buen ánimo: “Para nosotros es tan importante conservar los cereales que han quedado como asegurar la alimentación animal y con ello la producción ganadera del próximo año”.
Sin ayuda comunitaria europea
Entre tanto, Francia llamó a la Unión Europea (UE) a formar un equipo de rescate y enviarlo a Rusia, informa dijo al "Le Figaro" el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche. Sin embargo, la Comisión Europea descartó un grupo especial de intervención para Rusia y aseguró que la ayuda ofrecida a Rusia por la comisaria de Respuesta a Desastres de la UE, Kristalina Georgieva no fue aún aceptada. Moscú ha pedido ayuda a miembros individuales de la UE, pero hasta ahora no aceptó la oferta comunitaria.
Meteorólogos y población: menos optimistas
Los meteorólogos moscovitas no son tan optimistas como los políticos. Los niveles de contaminación del ya de por sí nada puro aire de la capital rusa se ubica ahora tres veces por encima de la norma y el índice mortalidad se ha duplicado durante estos días. Oficialmente, la ministra de Salud insistió en que no existen datos confiables sobre este particular. Los médicos que se han expresado al respecto lo han hecho a través de blogs y redes sociales en Internet.
El alcalde de Moscú, Juri Luzhov, volvió mientras tanto de sus vacaciones y aseguró que todo está bajo control. Los moscovitas, sin embargo, tienen una opinión diferente. Sobre todo las personas mayores o con enfermedades respiratorias se sienten abandonadas a su suerte. Los hospitales están desbordados y tampoco allí hay aire acondicionado.
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Autor: Hermann Krause (WDR-Moscú) / Rosa Muñoz Lima (dpa)
Editor: José Ospina Valencia