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Estupor en Múnich por veto de China y Rusia

5 de febrero de 2012

La resolución de la Liga Árabe sobre Siria no alcanzó acuerdo unánime. En la Conferencia de Seguridad de Múnich, el veto de Rusia y China causa sorpresa e indignación. He aquí las últimas reacciones de los participantes.

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Hamadi Jebali en la Conferencia de Seguridad de Múnich.Imagen: dapd

Hace un año, las protestas del mundo árabe tomaron por sorpresa a la Conferencia de Seguridad de Múnich. En esta ocasión, se invitó a presidentes, ministros de Exteriores y activistas de la región. Su participación para hablar de los cambios habidos en los últimos meses quedó ensombrecida sin embargo por las últimas noticias: el veto de Rusia y China contra la resolución de la Liga Árabe sobre Siria, que suscitó airadas reacciones.

Indignación por el veto del Consejo de Seguridad

La yemenita Tawakkul Karman, Premio Nobel de la Paz, acusó a los dos países de “compartir la responsabilidad moral y política” por la masacre llevada a cabo por el régimen del dictador sirio Baschar al-Assad. Según estimaciones de la ONU, la violencia en el país se ha cobrado la vida de 6.000 víctimas hasta el momento. Karman instó a la comunidad internacional a enviar una señal clara al pueblo sirio para que no abandone su lucha.

La gran decepción, no solo para Karman, sino también para muchos otros participantes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, es que el más alto comité de las Naciones Unidas haya sido incapaz una vez más de posicionarse de forma conjunta contra el conocido como “Tirano de Damasco”.

Kenneth Roth, de la organización pro derechos humanos Human Rights Watch, dijo que el Consejo de Seguridad ha actuado como si se tratase de una “cuestión irrelevante”, cuando es en realidad un asunto fundamental. Hamadi Jebali, presidente electo de Túnez, instó a los países árabes a que retiraran a sus embajadores de Siria. Además, acusó a Rusia y a China de haberse “aprovechado” de su derecho al veto. El ministro de Exteriores de Catar, Jalid Al-Attiyah, fue un paso más allá: el veto de Rusia y China supone una “licencia para matar” para Assad.

Turquía brinda ayuda a Siria

¿Qué consecuencias puede sacar la comunidad internacional del veto a la resolución contra Siria? Poco se dijo en Múnich sobre ese asunto. El ministro de Exteriores turco, Ahment Davotoglu, cuyo país ha acogido ya 12.000 huidos desde que estalló la violencia en Siria, ofreció a los sirios su país como “refugio seguro”. Sus palabras suscitaron la aclamación del público. Davoglotu rechazó las acusaciones de que su Gobierno ya había elaborado un plan de emergencia para intervenir en Siria.

Otros fueron más lejos: Joe Lieberman, un influyente senador del Partido Demócrata, del Congreso de los EE. UU., abogó por repartir armas a los rebeldes y recomendó al Ejército Siria Libre que entregara información de inteligencia al servicio secreto. Una intervención en Siria como la que tuvo lugar en Libia sería “complicada”, señaló. Lieberman alabó el activo papel de la Liga Árabe por sus esfuerzos para resolver la crisis siria, refiriéndose a ello como “el resultado del cambio en el mundo árabe”

Sin miedo de los islamistas

El reto de construir nuevas instituciones justas y democráticas desde al Cairo hasta Túnez es enorme. La mayoría de los asistentes a Múnich estuvo de acuerdo en esta cuestión. A ella se añaden los problemas sociales y económicos.

El triunfo de los islamistas en las elecciones de Túnez y Egipto ha desatado algunos temores en Occidente. Los participantes árabes en la Conferencia de Múnich han tratado de relativizarlos. El ministro de Exteriores egipcio, Mohamed Amr, atribuyó el éxito de los radicales islámicos en las recientes elecciones de su país a su compromiso social. “Los salafistas se moderarán en política o acabarán desapareciendo del panorama”, dijo Amr en Múnich. En las pasadas elecciones parlamentarias, resultaron vencedores, además del partido de los Hermanos Musulmanes, los salafistas, con un 20 por ciento de los votos.

Amr tuvo el apoyo del presidente de Túnez, Hamadi Jebali, quien apeló a la comunidad internacional a apoyar a los musulmanes para mantener la paz con Israel. Recordó que las elecciones en Túnez y Egipto habían otorgado legitimidad a los islamistas, tanto si gustaba a Occidente como si no.

Crece la preocupación por la cuestión de Irán

Solo se tocó tangencialmente el tema de la configuración del futuro orden regional en Oriente Próximo y Medio y el equilibrio de poder entre sunitas y chiítas. Sin embargo, la mayoría de los participantes de países árabes sí mostraron una clara voluntad de que el conflicto con Irán debido a su programa atómico se resuelva por la vía pacífica.

El ministro de Exteriores de Catar, Jalid Al-Attiyah, se mostró partidario de trasladar el diálogo a la propia zona. Un Irán con armas nucleares desataría “grandes cambios en la región”. En ello estuvo de acuerdo el senador estadounidense Lieberman, que, sin embargo utilizó un tono más bien escéptico al respecto: “Hasta el momento, todas las decisiones sancionadoras de EE. UU. y Europa no han tenido efecto alguno sobre la política nuclear de Teherán”. Según Lieberman, si el presidente estadounidense llegara a la conclusión de que solo una intervención militar disuadiría al Gobierno iraní, recibiría el apoyo de los dos partidos del Congreso.

Autor: Daniel Scheschkewitz/MS
Editora: Emilia rojas

UN Sicherheitsrat 04.02.2012
Votación de la resolución contra Damasco en el Consejo de Seguridad.Imagen: dapd