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PolíticaFederación Rusa

¿Está Rusia interviniendo los sistemas GPS en el Báltico?

5 de mayo de 2024

Estonia y Lituania acusan a Rusia de interferir en la navegación aérea de la región. Los expertos lo consideran parte de la guerra híbrida de Moscú contra la OTAN. ¿Responderá la alianza militar?

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Satélite GPS.
Satélite GPS.Imagen: picture-alliance/Bildagentur-online/Saurer

El aeropuerto estonio de Tartu es muy pequeño. El vuelo de la compañía finlandesa Finnair procedente de Helsinki es el único que aterriza allí todos los días. Y por eso, para los residentes de Tartu, donde también se halla el Colegio de Defensa del Báltico de la OTAN, este vuelo de 45 minutos les brinda la oportunidad de viajar por el mundo a través de la capital finlandesa.

¿Misteriosas intervenciones rusas?

Pero esto ya no será posible, al menos hasta el 31 de mayo. A finales de abril, Finnair anunció que suspendería sus vuelos hacia Tartu hasta nuevo aviso debido a la pérdida de la señal del sistema de navegación GPS en sus aviones, lo que pone en peligro a pasajeros y trabajadores.

No es la primera vez que esto ocurre, pero la situación ha empeorado desde 2022, según informó Finnair. La compañía no especificó el origen de las interferencias, pero los ministros de Asuntos Exteriores de Lituania y Estonia están seguros de que Rusia está detrás de la intervención de sistemas GPS en toda la región del Báltico.

En los dos últimos años, casi todas las compañías aéreas que sobrevolaban la región del Báltico experimentaron problemas de este tipo. Algunas fuentes indicaron que los autores se encontraban en la región de Kaliningrado, mientras que otras sugirieron que estaban en algún lugar del territorio ruso, cerca de la frontera con Estonia. Por ahora, Finnair es la única compañía que ha cancelado sus vuelos por problemas con el GPS.

La amenaza del Este

"En Finlandia, esto se percibe como parte de una guerra híbrida que Rusia viene librando contra los países de la OTAN desde hace bastantes años", declara a DW Arkady Moshes, director de programas sobre Rusia en el Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales. "Tanto los políticos como los ciudadanos de aquí ven la amenaza del Este como un hecho. No la dramatizan, pero tampoco la minimizan", añadió.

Según el experto, es poco probable que el gobierno finlandés tome medidas de represalia. Más bien, Helsinki estará dispuesto a tomar medidas unilaterales según lo requiera la situación. Además, añade, los políticos finlandeses hace tiempo que llegaron a la conclusión de que es inútil negociar con el Kremlin dadas las circunstancias actuales.

Aeropuerto de Tartu.
El aeropuerto estonio de Tartu intenta implantar un sistema que no dependa del GPS tras las repetidas interferencias.Imagen: Margus Ansu/Scanpix/IMAGO

El bloqueo de los sistemas GPS se produce en el contexto de otros acontecimientos relacionados con el ataque ruso a Ucrania. Polonia estudia la posibilidad de albergar armas nucleares estadounidenses en su territorio, mientras que Lituania acogió al primer grupo de soldados alemanes, brigada que estará estacionada permanentemente en el flanco oriental de la OTAN.

¿Responderá la OTAN?

Muchos en la región del Báltico se preguntan ahora si la OTAN debe responder o no. "Puede hacerlo, pero no lo hará", afirma Slawomir Debski, Presidente del Instituto Polaco de Asuntos Internacionales. Rusia está provocando deliberadamente a la OTAN, "sondeando su posible reacción, tratando de entender cómo actuará en una situación de crisis regional importante", añade.

Por su parte, Vaidotas Malinionis, coronel retirado del ejército lituano y jefe de la Asociación de Oficiales Superiores de Lituania, explica a DW que "para iniciar una respuesta de este tipo necesitaremos el consentimiento de todos los aliados de la OTAN. Y, en el caso de una provocación híbrida tan elusiva como la interferencia del GPS, será extremadamente difícil conseguir un consenso".

Fuentes de DW cercanas al cuartel general de la OTAN indicaron que la cuestión de los sistemas GPS preocupa mucho a los aliados, junto con otras acciones híbridas de Moscú, como los ciberataques y el sabotaje en países miembros.

En teoría, la alianza podría limitar o incluso bloquear por completo el tránsito militar ruso a la región de Kaliningrado a través de Lituania. Sin embargo, muchos temen que Moscú considere esto como una declaración de guerra de facto, lo que a su vez podría desembocar en un enfrentamiento militar.

"Las fuerzas terrestres rusas en la región de Kaliningrado se han reducido considerablemente. Muchas unidades han sido enviadas a la guerra en Ucrania. Sin embargo, la artillería, los lanzamisiles y, al parecer, las armas nucleares siguen allí. En este sentido, existe una amenaza para la seguridad de Lituania y Polonia", cuenta el exmilitar Malinions.

El experto polaco Debski ve la situación de otra manera: "La región de Kaliningrado es una gran trampa para las fuerzas rusas. En Moscú saben muy bien que es imposible defenderla. Sin embargo, nadie bloqueará Kaliningrado debido a la interferencia de los sistemas GPS. ¿Por qué ceder a las provocaciones de Moscú?".

(ju/dzc)