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EU: La cumbre del clima

Emilia Rojas Sasse8 de marzo de 2007

La lucha contra el cambio climático es protagonista en la primera cumbre de la Unión Europea presidida por la canciller alemana. Su prueba de fuego será la ardua discusión sobre las energías renovables.

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¿Asumirá Europa compromisos claros para frenar el cambio climático?Imagen: DLR

Las cumbres europeas no suelen ser terreno fácil. En su debut como presidenta de la UE en esos escarpados territorios políticos, Angela Merkel se juega en buena medida el éxito del semestre alemán al timón de la organización. Y lo hace en un tema cuya relevancia trasciende ampliamente los confines del Viejo Mundo. Su propuesta de reducir las emisiones de dióxido de carbono a un nivel inferior en un 20% al de 1990 genera en principio aprobación general, de manera que por lo menos en lo básico los vientos parecen soplar a su favor. Pero eso no basta. Para superar airosa esta prueba de fuego, la canciller alemana requerirá compromisos concretos y vinculantes. Y ahí empiezan los problemas, nada despreciables.

Energías renovables

Ligada a la reducción del CO2 va otra iniciativa, mucho más controvertida en el seno de la UE: la de cubrir, también hasta el año 2020, el 20% de las necesidades energéticas con energías renovables, como la solar, la hidráulica o la eólica, que hasta el momento representan sólo el 6,5% del total.

Angela Merkel cuenta con aliados, comenzando por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. También otros, como el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, el de Suecia, Frederik Reinfeldt, y el danés, Anders Fogh Rasmussen, han tomado la palabra para apoyarla en el prólogo de la cumbre.

Defensores de la energía nuclear

Francia, por el contrario, encabeza la resistencia a tales planes y sigue defendiendo a capa y espada la alternativa de la energía atómica, en la que tanto ha invertido. La secundan países como la República Checa y Eslovaquia, que han anunciado su intención de apostar en mayor medida por dicha fuente energética y se resisten a aceptar objetivos vinculantes en materia de energías renovables.

La cancha está trazada pues para las negociaciones de la cumbre, que la propia Angela Merkel estima serán arduas. De resultado dependerá que Europa asuma el papel de avanzada en la lucha contra el cambio climático que quiere asignarle la canciller alemana, aunque en círculos ecologistas se pone en duda que sus metas sean tan ambiciosas como ella misma proclama.

Reproches de Greenpeace

Justo a tiempo para la cumbre de Bruselas, Greenpeace denunció que el plan es una forma de pasar gato por liebre. Según indicó la organización ecologista, en el Protocolo de Kyoto, la UE ya se había comprometido a rebajar sus emisiones de CO2 en un 8% con respecto al año 90, hasta el 2012.

"Eso suena como si, en los 8 años restantes hasta 2020, la UE se propusiera una reducción adicional del 12%", explicó el experto de Greenpeace en materia climática, Karsten Smid, afirmando que eso sin embargo no es efectivo. La razón: la UE ha crecido entretanto de 15 a 27 Estados, la mayoría del Este. Y, debido al derrumbe de parte de su industria pesada, los nuevos miembros han rebajado el nivel promedio de emisiones, de acuerdo con un estudio del Instituto Wuppertal. En consecuencia, la UE alcanzaría automáticamente un ahorro de emisiones del 15 hasta el 2012, y sólo se comprometería, de facto, a rebajar un 5% adicional, de acuerdo con Smid, quien sentenció: "un papel precursor, como el que demanda Merkel, se ve diferente".