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Europa, ante un invierno de descontento y precios altos

Jo Harper
12 de octubre de 2022

La decisión de la OPEP de recortar la producción de petróleo ha causado inquietud en la UE y en EE. UU., que se enfrentan a un invierno de escasez de energía, aumento de los precios y desaceleración del crecimiento.

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Una refinería de Arabia Saudita.
La decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo ha exacerbado una situación de seguridad energética ya peligrosa en Europa.Imagen: picture alliance/dpa/TASS

El barril de crudo Brent europeo costó alrededor de USD 94 (€ 95) esta semana. La anterior fue de USD 98 por barril. El alza de los precios se produce luego de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo+ (OPEP más Rusia) acordara reducir en noviembre la producción en 2 millones de barriles por día, lo que representa el 2% del suministro mundial.

El Presidente de EE. UU., Joe Biden, dijo que habría "consecuencias" para Arabia Saudita, tras la decisión de la alianza liderada por Riad de recortar la producción de petróleo. 

El recorte sucede en un momento en que la UE se prepara para una desaceleración del crecimiento, debido a la subida de los precios de la energía y a los temores de una recesión por la inflación. "Esto demuestra que la crisis energética en Europa amenaza con convertirse en una guerra mundial de precios", afirmó el periódico económico alemán Handelsblatt.

Aunque el costo del petróleo ha bajado desde los máximos de 130 dólares alcanzados en verano, cuando los países occidentales impusieron las primeras sanciones al petróleo ruso, la mayoría de los expertos no creen que vaya a estar por debajo de los 100 dólares en los próximos 12 meses. 

En cuanto al gas, el índice de referencia europeo subió en la primavera boreal a un máximo histórico de 335 euros (337 dólares) por megavatio hora (MWh). Tampoco se debe olvidar que el precio del gas está directamente ligado al de la electricidad, por lo que, si el precio del gas se mantiene alto, las facturas de la electricidad también subirán. 

El gigante de la energía controlado por el Kremlin, Gazprom, ya ha dicho que los precios del gas natural en Europa podrían subir otro 60% este invierno, en represalia contra las sanciones tras la invasión rusa a Ucrania.

¿Qué mantiene los precios altos? 

Son tres los factores que han recortado el suministro energético del mercado y han hecho subir los precios. El primero es el recorte de la producción de la OPEP. El segundo es la reducción de las liberaciones de la Reserva Estratégica de Petróleo de EE. UU.. Y, en tercer lugar, la probabilidad de que se produzcan más interrupciones en los suministros rusos. 

Adi Imsirovic, investigador principal del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, añade a la lista otros dos componentes: la situación económica de China y la probabilidad de una recesión mundial. En ese sentido, Anna Mikulska, del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de la Universidad de Rice, indica que, "los precios del próximo año podrían seguir siendo muy elevados, ya que Europa tendrá que llenar sus almacenes sin la mayor parte del gas ruso". 

El gasoducto Nord Stream 2.
Expertos coinciden que el precio del gas seguirá en aumento, debido a la reducción de suministro, por parte de Rusia. Imagen: Fabrizio Bensch/REUTERS

El clima y otros factores que contribuyen 

Cuán severo será el próximo invierno es otro factor a considerar, así como también la rapidez con la que el gigante energético francés EDF logre volver a poner en marcha su planta nuclear. Otro componte es el éxito de los gobiernos a la hora de reducir la demanda en la industria y en los hogares, mediante el ahorro de energía y una rápida implementación de las energías renovables. 

Ashley Kelty, director de Petróleo y Gas en Panmure Gordon, una empresa bancaria de inversión corporativa, señala que las actuales alzas no se deben únicamente a Ucrania. Por el contrario, explica que "la situación actual se debe a años de inversión insuficiente en petróleo y gas, a la arrogancia política y al aumento de la inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG)".

Imsirovic, por su parte, cree que Europa podrá continuar sin el petróleo ruso, que representa alrededor del 30% de los suministros para la UE, pero es difícil que sobreviva sin el gas ruso, que supone el 40% del gas del viejo continente. "Probablemente habrá que apagar las luces el próximo invierno", concluyó.

(ng/cp)