Europa: la crisis también es cultural
24 de agosto de 2012
En la lucha por la ayuda económica para el rescate de países como Grecia, Italia o España han salido a relucir estereotipos nacionales que se creían olvidados. Los griegos tildan a los alemanes de “arrogantes” y a Merkel de “nazi”. La prensa amarillista alemana, por su parte, habla de la pereza y la corrupción, “características” de los helenos.
Según Gustav Seibt, periodista y experto en historia europea, “lo de Europa no es un problema de falta de dinero sino de falta de confianza.” Solo que los que prestan o invierten dinero no saben en donde hacerlo, con ciertas garantías. “El problema se arregla si las reglas son realistas y todos las pueden cumplir”, recalca Seibt.
Conocerse mutuamente
El economista Meinhard Miegel, de Bonn, piensa lo mismo. Miegel considera que “la crisis es una expresión de las muy diferentes formas de vivir de los europeos”. Según Miegel, “la misma Europa no ha comprendido su heterogeneidad.” Por ello, recomienda este economista, hay que “fortalecer el diálogo de las culturas, porque sin una mayor comprensión de las diferencias los intentos de armonización económica van a ser vanos.”
En el fondo, “Europa recorre el camino correcto desde hace mucho tiempo”, recuerda Gustav Seibt, y destaca que los europeos emprenden viajes a los diferentes países a través de los cuales aprenden a conocerse mejor y a compartir experiencias.
Un bienestar impagable
Los europeos comparten empero, una cosa no muy benéfica: gastan más de lo que tienen. Los Estados se endeudan cada vez más para financiar un estilo de vida que sobrepasa los medios para pagarlo.
Desde la Segunda Guerra Mundial, los europeos han subido paulatinamente sus exigencias que son impagables, por lo menos, con las fórmulas conocidas. El economista alemán Meinhard Miegel calcula que si los alemanes quisieran reducir sus deudas al 40% del monto actual, tendrían que reducir su estilo de vida a los niveles de los años 60. Y en la misma situación están el resto de sociedades europeas.
Los europeos han disfrutado medio siglo de un creciente bienestar que ha llegado a sus límites. Ahora, lo que se necesitan son estrategias culturales que le den un nuevo sentido a la nueva situación.
Autor: Kersten Knipp / José Ospina-Valencia
Editora: Cristina Papaleo