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Europa: parálisis psicológica

Gabriel González1 de junio de 2005

La grave crisis provocada por el rechazo de la Constitución Europea en Francia y el previsible No en Holanda desata especulaciones sobre posibles salidas del dilema. Pero lo peor podría estar todavía por llegar.

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¿Quo vadis Europa?Imagen: AP

En el coro de reacciones al No en el referéndum francés se repiten constantemente las mismas dos frases. "El proceso de ratificación debe continuar" y "no habrá una renegociación de la Constitución". Para el Alto Representante de la Unión Europea, Javier Solana, 'lo peor que podría pasar ahora es que, como consecuencia (del 'no' francés), los ciudadanos o líderes de la UE entraran en una especie de parálisis psicológica'.

Sin embargo, no parecen ser los ciudadanos europeos los que se encuentren en 'parálisis psicología'. Un 70 por ciento de los votantes franceses participó en el referéndum. Una cifra que muchos políticos desearían alcanzar en elecciones nacionales. Los que se encuentran en parálisis son ciertamente los líderes de la UE. Un segundo 'no' en Holanda, un país fundador, por motivos que podrían no tener nada que ver con querellas políticas internas, sería fatal para el nuevo tratado.

Negativa también en otros países europeos

Las consultas se repetirán al menos en otros cinco países, entre los que está uno de los más 'euro escépticos': Dinamarca. Según recientes encuestas realizadas por la Comisión Europea, sólo un 26 por ciento de los ciudadanos daneses expresaron su respaldo al Tratado. El No parece estar programado.

La República Checa y el Reino Unido todavía no se decidieron si convocar o no un referéndum. Según el mismo sondeo de la CE, en la República Checa la Constitución tiene un apoyo del 20 por ciento y en el Reino Unido de un 30 por ciento.

Opciones indeseadas…

Los gobiernos acordaron, durante las negociaciones de la Constitución, darse plazo hasta noviembre de 2006 para hacer balance del estado de las ratificaciones. La pregunta es si se podrá aguantar hasta entonces. En Europa ya se barajan varias opciones, una peor que la otra.

Cualquier sugerencia de repetir la consulta en Francia u otros países, como se hizo en Dinamarca con el Tratado de Maastricht y en Irlanda con el de Niza, no es sólo "de mal gusto", como lo expresó el presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker, sino cínico. ¿Que sentido haría convocar costosas consultas si luego no se le hace caso al pueblo?

La renegociación del Tratado constitucional en las condiciones actuales tampoco se vislumbra como una opción realista: la mayoría de los líderes europeos teme abrir la caja de Pandora.

…y una salida de emergencia

En la página 472 de la Constitución Europea se encuentra hasta ahora la única salida del dilema. La declaración número 30 del texto señala que "si transcurrido un plazo de dos años desde la firma del Tratado, las cuatro quintas partes de los Estados miembros lo han ratificado y uno o varios Estados miembros han encontrado dificultades para proceder a dicha ratificación, el Consejo Europeo examinará la cuestión". Aparentemente, los líderes europeos ya vaticinaron la crisis de hoy cuando diseñaron esta Constitución.