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Europa reclama la jefatura del FMI

Emilia Rojas Sasse29 de junio de 2007

Mientras Europa reafirma su prerrogativa de nombrar al sucesor de Rodrigo Rato al mando del FMI, los países en desarrollo ven la oportunidad de poner a prueba la credibilidad de las reformas a que aspira el organismo.

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El Tercer Mundo reclama más influencia en el FMI.Imagen: AP

Las razones familiares aducidas por Rodrigo Rato para abandonar la jefatura del Fondo Monetario Internacional (FMI) prácticamente 2 años antes del término de su periodo no convencen del todo. Mientras algunos especulan sobre sus eventuales intenciones de retornar a la política interna española, para bien del PP, otros elucubran sobre cuán fuertes pueden haber sido los vientos que soplaron en su contra dentro del organismo financiero internacional, sumido en un complicado proceso de reforma. Sea como fuere, Rato no es el primero en abandonar el cargo antes de tiempo. Lo mismo había hecho ya su antecesor, Horst Köhler, quien prefirió la presidencia de Alemania al timón del FMI. ¿Habrá perdido su atractivo el puesto, en la medida en que se reduce la influencia de la institución?

¿Quién le tiene miedo al FMI?

Atrás quedaron los años en que los severos dictados del Fondo Monetario ponían a temblar a naciones enteras, como de sobra lo recuerdan muchos países latinoamericanos que dependían del suero de sus préstamos. Venezuela y Brasil han demostrado que la decisión de saldar las deudas con el organismo es viable. De hecho, la estabilidad del los mercados financieros ha permitido recurrir a otras fuentes de dinero. Y, por lo demás, se están fraguando proyectos alternativos, como el Banco del Sur que se ha propuesto crear el presidente venezolano, Hugo Chávez.

En consecuencia, las decisiones del FMI ya no causan el mismo impacto de antaño. A mediados de junio, apenas se tomó noticia de su decisión de reforzar la vigilancia de las políticas monetarias, de manera de evitar que un país pueda causar por esta vía inestabilidad en el exterior. La medida apunta directamente a China, país al que Estados Unidos acusa de distorsionar el mercado manteniendo artificialmente bajo el yuan. Pero China es demasiado fuerte como para amilanarse ante una entidad que ya no ruge como en otros tiempos. Ese es un síntoma de los cambios que se han operado en el mundo y que deberían reflejarse en el Fondo Monetario Internacional, según los partidarios de su reforma.

Europa defiende sus privilegios

El problema radica, como siempre, en que a nadie le gusta renunciar a sus privilegios, que en este caso se traducen en las cuotas de que dispone cada uno de los 185 miembros. La idea es conferir mayor influencia a potencias emergentes como Brasil, India y China, corrigiendo el actual desequilibrio que concentra el poder en manos de Estados Unidos y Europa (si bien éstos son los que aportan mayor cantidad de capital). China demanda, por ejemplo, que la distribución de votos en el Fondo Monetario se base en el PIB de cada país. Naciones pequeñas, como Holanda, quieren en cambio que se utilicen también otros parámetros, como el grado de apertura de las respectivas economías.

La discusión continúa y no será fácil alterar el statu quo, tampoco en lo que respecta a la sucesión de Rodrigo Rato. El Viejo Continente reclama el cargo para uno de los suyos, remitiéndose a un viejo acuerdo tácito de dejar el Banco Mundial en manos de un estadounidense y el FMI en las de un europeo. Representantes del Tercer Mundo y de organizaciones humanitarias como Oxfam, consideran que esa regla está obsoleta y debería ampliarse la búsqueda de un nuevo jefe a otras regiones, precisamente para dar credibilidad al proceso interno de reformas. Sin embargo, es dudoso que ello ocurra. Entre otros, el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Joaquín Almunia, ya se pronunció a favor de un candidato europeo. En declaraciones al semanario alemán Die Zeit defendió la práctica seguida hasta ahora con dos argumentos: "en primer lugar, es una buena tradición. Y, en segundo, Estados Unidos acaba de designar al jefe del Banco Mundial".