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Europa solo puede derrotar unida al coronavirus

Barbara Wesel
4 de diciembre de 2020

Los políticos británicos celebran la pronta aprobación en su país de la primera vacuna contra el coronavirus como un éxito del “brexit”. Se atribuyen logros ajenos y mienten descaradamente, opina Barbara Wesel.

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Biontech Covid-19 Impfstoff
Imagen: Laci Perenyi/picture alliance

Las declaraciones de algunos políticos son tan descabelladas que nos dejan sin palabras. El ministro de Salud de Gran Bretaña declaró descaradamente que debido al "brexit”, su país había podido aprobar la vacuna BioNTech-Pfizer antes que la "lenta" Unión Europea. Su colega de bancada, Rees Mogg, fue más allá y afirmó que el Gobierno británico acababa de cambiar las reglas para que la vacuna no necesite una lenta aprobación de la UE. Siempre es divertido ver cómo algunos no tienen idea de la realidad o inventan alegremente. Por lo general, a esto se les llama "noticias falsas”.

El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, reaccionó como un estadista ante el disparate y declaró que precisamente estas normas de la UE contienen una exención para emergencias que todo país europeo puede aplicar por sí mismo. Alemania también podría haber tomado ese camino, dijo Spahn, pero decidió seguir la ruta común de la aprobación europea.

Interferencia diplomática

Pero el Gobierno británico parece decidido a presumir de alguna manera sobre el éxito de la vacuna contra el COVID-19. Tenemos que repetirlo, para los desprevenidos: la vacuna fue desarrollada usando un proceso innovador en una compañía alemana por investigadores con raíces turcas. La investigación recibió financiación de muchas fuentes, incluida la UE. Los británicos no jugaron ningún papel en ninguna parte.

En realidad, toda la historia parece infantil, y quizás no es algo que deba tratarse a este nivel. Pero tocó un límite. Un veterano eurodiputado planteó la justificada pregunta sobre si así será la futura cooperación con Gran Bretaña.

E incluso el embajador alemán en Londres llamó la atención sobre este tipo de política de una manera sumamente diplomática: "¿Por qué es tan difícil reconocer este importante paso adelante como un gran éxito internacional?”, cuestionó Andreas Michaelis, quien no cree que la vacuna debe ser usada para alimentar nacionalismos. Bien dicho, señor embajador.

El "brexit” corrompe el carácter

Barbara Wesel Studio Brüssel
Barbara Wesel.Imagen: DW/G. Matthes

Desafortunadamente, conocemos la respuesta a la pregunta de por qué los británicos actúan así. Ellos más que nadie, solían defender su tradición de juego limpio. Al parecer, el "brexit” les está corrompiendo el carácter. En el referéndum de hace cuatro años, sus representantes ya habían comenzado a decir mentiras a la población. Y deben continuar haciéndolo ahora. La salida de la UE parece haber dado lugar a una desafortunada compulsión de atribuirse logros ajenos, golpearse el pecho y vender a Gran Bretaña como un "líder mundial", cualquiera que sea el tema.

De hecho, esta propaganda es a menudo vergonzosa, pero realmente está fuera de lugar en relación con la pandemia del coronavirus. Porque, queridos amigos británicos, este virus nos afecta a todos por igual. Sufrimos y morimos por ello, seamos o no miembros de la UE. Todos nuestros médicos están librando la misma batalla, nuestras enfermeras están igualmente agotadas. El nacionalismo de la edad de piedra que surgió del "brexit” no tiene nada que ver con todo esto.

Un caso de vergüenza ajena

Todos hemos entendido hasta ahora que solo juntos podemos salir de esta terrible situación. Solo si nos ayudamos mutuamente, compartimos recursos y luchamos juntos. La UE también tardó un poco en comprenderlo. Mientras tanto, sin embargo, una gran coalición de personas sensatas en Europa sabe que solo podemos sobrevivir juntos a la pandemia y solo juntos podremos hacer frente al futuro económico. Y si unos pocos miles de británicos serán vacunados tres semanas antes que los holandeses y franceses, eso no es lo que realmente importa. Este más bien es un caso de vergüenza ajena.

(ct/er)