Europa, un largo camino por andar
25 de septiembre de 2012El recibimiento que los grandes de la industria alemana brindaron a Angela Merkel fue amistoso. Pero la canciller sabe que la industria sigue paso a paso el manejo de la crisis europea. Hay mucho en juego. Todo depende de cómo siga desarrollándose Europa. Alemania está sintiendo también las consecuencias del desbarajuste económico en la eurozona. “Alemania no es una isla”, insiste Merkel. Como fuerte potencia exportadora, Alemania no puede desligarse del desarrollo de la economía mundial y europea.
Hans-Peter Keitel, presidente de la Asociación de Industriales Alemanes (BDI), cuenta con cifras positivas para el 2013. El crecimiento será algo menor que este año pero, “no se espera una caída coyuntural”, asegura Keitel en tono consolador.
Dar y recibir
Esta confianza se basa, claramente, en el presupuesto de que se logre una salida a la crisis de deuda. Así que no es extraño que las advertencias también abunden en el discurso del líder de los industriales alemanes. La consolidación de los presupuestos y las reformas estructurales tienen que ser prioridad para los países en crisis. No pueden ofrecerse ayudas sin condiciones, ni garantías sin control. “No puede haber excepciones”, exigió Keitel.
El presidente del DBI se refiere al anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que, en casos de emergencia, comprará bonos de deuda de Estados en crisis, sin limitaciones. Los industriales alemanes han criticado la medida, “no importa que parezca el camino más fácil”, dicen.
Si ya el Tribunal Constitucional alemán allanó el camino para la participación germana en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), este tendría que ser puesto en práctica: “Señora canciller, aprovechemos esta oportunidad, quizás la última, para consolidar el espacio europeo sobre la base de la disciplina y la competitividad”, apeló Keitel a la jefa de Gobierno germana. “De lo contrario, la oferta del BCE para comprar bonos públicos nos conducirá directo a una mutualización de la deuda, lejos de la consolidación económica y del mercado mundial”, dramatizó.
Evitar “fatales falsos incentivos”
La canciller, sentada en primera fila, escuchó receptiva el discurso de Keitel. Merkel reiteró su claro “no” a una mutualización de la deuda. Los deseos de mutualización sin intervención no llevan a ninguna parte, garantía y control tienen que estar estrecha y directamente vinculados, de lo contrario, se crearían “fatales falsos incentivos”, insistió la canciller. Europa necesita un "largo aliento para superar la crisis”, la actual situación no surgió de la noche a la mañana y tampoco desaparecerá así, agregó.
Merkel recibió más tarde a Draghi en la sede de la Cancillería. El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, comentó que ambos coincidieron en que Europa necesita "una considerable voluntad de reformas" para mejorar la competitividad y recobrar credibilidad. El encuentro también estuvo centrado en la creación de una autoridad de vigilancia bancaria en Europa y en la preparación de la cumbre de la Unión Europea (UE) en octubre.
Otro tema de la reunión entre Merkel y Draghi fue el programa de compra de deuda pública anunciado a principios de mes por el BCE para rebajar la presión de los mercados sobre países en crisis como Italia o España. El plan fue fuertemente críticado por el presidente del Bundesbank (el banco central alemán), Jens Weidmann, por miembros de la coalición de centroderecha que preside Merkel y por la Asociación de Industriales Alemanes (BDI). Así que que Draghi aprovechó su discurso de este martes ante los industriales alemanes para defender el programa: "Ya vemos señales muy positivas. Eso demuestra que los inversores tienen confianza en la dirección que hemos tomado", explicó.
Draghi mostró su respeto a las críticas, pero negó que el banco esté financiando gobiernos, como acusó Weidmann: "Estamos comprometidos con nuestro mandato, que es la estabilidad monetaria", señaló. "No vamos a defraudarlos". El italiano hizo incluso uso del alemán ante los industriales: "La alternativa habría sido un 'nein zu allem' (no a todo)", les insistió. Draghi se mostró "firmemente convencido" de que la crisis de la eurozona quedará atrás si la política aplica las reformas necesarias.
Autora: Sabine Kinkartz / Rosa Muñoz Lima / dpa
Editor: Pablo Kummetz