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La crisis egipcia se acentúa

3 de febrero de 2011

A medida que se intensifica la crisis política en Egipto, atizada por la falta de diálogo entre el Gobierno, sus partidarios y sus opositores, aumenta la presión de la Unión Europea y Estados Unidos sobre Hosni Mubarak.

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Al menos cinco personas perdieron la vida y 836 fueron heridas en los enfrentamientos de este 2 de febrero.Imagen: dapd

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, criticó este jueves (3.2.2011) al estamento egipcio por no hacer suficientes esfuerzos para evitar que la sangre corriera durante el noveno día de manifestaciones.

Según informaciones dadas a conocer por el Gobierno egipcio, y divulgadas por los medios británicos BBC y Guardian, 13 personas perdieron la vida. Según las mismas fuentes, otras 1.200 personas fueron heridas con piedras, palos y barras de metal cuando la multitud que exige la dimisión del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, se vio enfrentada a quienes apoyan al mandatario este 2 de febrero.

La Unión Europea se pronuncia

Catherine Ashton
Catherine Ashton criticó al estamento egipcio por no evitar que la sangre corriera durante el noveno día de protestas.Imagen: picture alliance / dpa

“Yo insto a las autoridades egipcias a que tomen las medidas necesarias para asegurarse de que las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley protejan a los manifestantes y garanticen su derecho a reunirse libremente”, dijo la Alta Representante para Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad de la Unión Europea, subrayando que el deber de proteger a los ciudadanos no recae solamente sobre los hombros del ejército. Ashton pidió que “los responsables por las víctimas mortales y los heridos“ sean enjuiciados.

La encargada de las relaciones exteriores de la Unión Europea tildó de “inaceptable” la intimidación y las agresiones sufridas por los periodistas que cubren desde hace días las protestas en las calles de Egipto e hizo un llamado para que la transición hacia la democracia tenga lugar en el marco de un proceso pacífico, con elecciones libres y transparentes.

Los voceros de los Gobiernos de Alemania, Francia y el Reino Unido también se pronunciaron a favor de que en Egipto se pusiera en marcha un proceso de transición concreto e inmediato.

Entre tanto, Mubarak concedió una entrevista a la cadena estadounidense ABC, en la cual dijo estar "cansado" tras los años que ha dedicado al servicio público. El presidente egipcio manifestó su deseo de abandonar el poder; sin embargo, dijo temer al "caos" que, según él, significaría su salida de la presidencia.

En Washington, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, condenó "en los términos más severos" la violencia contra opositores, defensores de los derechos humanos, y personal diplomático en Egipto.

Clinton también urgió a Gobierno y opositores egipcios a entablar inmediatas negociaciones a fin de acabar con la crisis.

Rusia: contra la intervención extranjera en Egipto

Ägypten Kairo Proteste
Los seguidores de Hosni Mubarak atacaron a los manifestantes de la plaza Tahrir con palos, piedras y bombas molotov.Imagen: picture-alliance/dpa

Rusia se manifestó en contra de la intervención extranjera en los asuntos internos de Egipto recalcando que la solución de sus conflictos debía correr por cuenta de sus ciudadanos. Pero cabe preguntarse si Mubarak y sus partidarios realmente están dispuestos a resolver la crisis egipcia de manera pacífica.

Según las agencias de noticias, los seguidores del presidente atacaron a los manifestantes de la plaza Tahrir de El Cairo –epicentro de la protesta opositora– con palos, piedras y bombas molotov.

Un miembro de la oposición aseguró que acólitos de Mubarak habían disparado contra un grupo de manifestantes desde el puente 6 de octubre, situado detrás del museo egipcio de la capital, y un funcionario estadounidense de alto rango dio por sentado que “alguien leal a Mubarak dio rienda suelta a estos tipos para intentar intimidar a los manifestantes”. Se presume que se trataba de agentes policiales vestidos de civil.

Los ánimos se caldean

Ägypten Kairo Proteste
A juicio de El Baradei (en la imagen), la presencia de Mubarak en el país “está polarizando peligrosamente a Egipto”.Imagen: picture-alliance/dpa

Los manifestantes improvisaron unidades de primeros auxilios para atender a los heridos y enviar al hospital a quienes requirieran atención médica especial. Muchos de quienes claman por la renuncia del presidente egipcio pidieron al Ejército que los protegieran y se quedaron con la impresión de que éste no intervino cuando comenzaron los disparos, aún cuando la televisora qatarí Al Yazira mostró varios vehículos militares apostados en los extremos de la plaza y a varios soldados arrestando e interrogando a personas con ropas de civil.

Sin embargo, la presión popular para que Mubarak renuncie de inmediato no ha menguado. “No habrá negociaciones con ningún miembro del régimen de Mubarak después de lo que ocurrió [este miércoles] y lo que aún está ocurriendo en la plaza Tahrir”, señaló un vocero del movimiento opositor Kefaya (¡Basta!) al ser consultado por Al Yazira, agregando que los acontecimientos más recientes sólo aumentaban la determinación de los egipcios a remover al presidente. La Sociedad de los Hermanos Musulmanes y Mohammed El Baradei lo secundan.

Poca disposición para el diálogo

Omar Suleiman Vizepräsident von Ägypten
El vicepresidente de Egipto, Omar Suleiman (en la foto), anunció que sólo habrá diálogo si se pone fin a las protestas.Imagen: AP

En una entrevista concedida al diario belga flamenco De Standaard, El Baradei –acreedor del premio Nobel de la Paz y ex director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)– sostuvo que la promesa de Mubarak de separarse del poder en septiembre es una “estratagema” para aplacar la ira de la población y que la presencia del presidente en el país “está polarizando peligrosamente a Egipto”. Estas declaraciones contradicen la información emitida por la televisora estatal egipcia, según la cual doce partidos opositores se mostraron dispuestos a participar en un “diálogo nacional” para resolver la crisis.

Las condiciones puestas por el vicepresidente de Egipto, Omar Suleiman, para que el Gobierno acepte negociar con los reformistas –sólo habrá diálogo si se pone fin a las protestas– tampoco ha persuadido a los opositores de bajar la guardia. Mientras tanto, el temor a que los sucesos vistos en las calles de El Cairo, Alejandría y Suez se repitan en las de otros países del Magreb y el Cercano Oriente, ha comenzado a causar estragos políticos y económicos en otras latitudes.

Un círculo vicioso

Barack Obama / USA
Barack Obama llamó a Mubarak para decirle que los cambios en la jerarquía política de Egipto “deben comenzar ahora”.Imagen: AP

La influencia política de Egipto en el mundo islámico y su relevancia como mediador entre los países árabes, Estados Unidos y la Unión Europea hacen que su actual crisis interna tenga serias repercusiones de escala internacional; consecuencias que van desde la crítica a la presunta “posición blanda” de Washington y Bruselas de cara al Gobierno de El Cairo hasta el aumento de los precios mundiales de los alimentos. La inflación atizó las protestas en Túnez y ahora se ve impulsada por el miedo a que la inestabilidad política que se extienda por la región.

Ashton se defendió de los reproches de quienes esperaban un pronunciamiento más contundente de parte de la Unión Europea, apelando a argumentos similares a los usados por el Gobierno de Estados Unidos: la situación debe ser manejada con mucho tacto y diplomacia, y no asumiendo una posición más dura. De hecho, el presidente estadounidense, Barack Obama, estableció contacto con Mubarak para decirle que los cambios en la jerarquía política de Egipto “deben comenzar ahora”.

Egipto rechaza la presión internacional

Ägypten Husni Mubarak
El Gobierno del presidente Mubarak (en la foto) rechazó las presiones ejercidas por Estados Unidos y la Unión Europea.Imagen: AP

Este 3 de febrero, el ministerio de Exteriores de Egipto reaccionó publicando un comunicado en el que se rechaza las presiones ejercidas por Estados Unidos y Europa, y se les atribuye interferencia en asuntos internos, dejando en el aire la impresión de que la crisis egipcia podría prolongarse hasta cobrar matices difíciles de prever en este momento. Como era de esperar, los efectos de esta coyuntura se han hecho sentir más allá del ámbito diplomático: los precios del petróleo han ascendido debido a la incertidumbre.

Se teme que la inestabilidad política en Egipto interfiera con las rutas del transporte de crudo desde el Mar Rojo hacia el Mediterráneo, a través del Canal de Suez, y que la población de países productores como Arabia Saudita se sienta inspirada por las protestas de sus vecinos. Eso ha llevado a que el petróleo Brent supere la marca de los 103 dólares por barril, una tendencia que inquieta aún más a quienes creen que las presiones inflacionarias ya ponen en peligro la recuperación financiera global.

Reacción en cadena

Schiff auf dem Suez Kanal
Se teme que la inestabilidad política en Egipto interfiera con el transporte de crudo a través del Canal de Suez.Imagen: picture-alliance/dpa

Por si fuera poco, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO son sus siglas en inglés), los precios de los alimentos alcanzaron niveles históricos en enero y es probable que éstos continúen aumentando. La sequía de 2010 en la zona del Mar Negro y en Argentina, las lluvias que azotaron a Australia y la anticipación de un incremento abrupto en la demanda tras los tumultos en el norte de África y el Cercano Oriente han propiciado un aumento considerable de los precios de los cereales.

Como la inflación de las materias primas alimenticias está entre las causas del malestar generalizado entre los habitantes de Egipto y Jordania, ya se especula que otros países de la región planean garantizar el abastecimiento de cereales con miras a calmar los ánimos de la población. Está por verse si una medida de esa índole apacigua a quienes demandan mayores libertades políticas.

Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editora: Emilia Rojas-Sasse