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Exposición en Berlín: resplandor y maldición de Ciudad Santa

Werner Bloch
11 de diciembre de 2017

Poco después de la declaración sobre Jerusalén de Donald Trump, Berlín inaugura una exposición: “Welcome to Jerusalem”. Este “bienvenido” suena precisamente irónico, como una invitación con impedimentos.

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Jerusalem Streit um Klagemauer - Frauen wollen wie Männer beten
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Järkel

En Berlín se inaugura (11.12.2017) una exposición, planeada y preparada desde hace años, llamada "Welcome to Jerusalem” o "Bienvenido a Jerusalén”, que posiblemente pueda beneficiarse de una coincidencia inesperada: Donald Trump  declaró, hace tan solo unos días, a Jerusalén "capital eterna del Estado de Israel” .

Según la curadora de la exposición, Cilly Kugelmann, la espiritualidad es el tema central del evento: el aura que rodea a la ciudad y su luz única, que alaban sus visitantes. Estos tienen la sensación de estar más cerca de Dios en Jerusalén. Sus habitantes, sin embargo, se ven diariamente confrontados con conflictos existenciales. Ciudad Santa es también foco de controversia en el conflicto de Oriente Próximo.

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Jerusalén tiene dos caras

El Museo Judío de Berlín invita a pasear por la grandeza y la miseria de la ciudad, una muestra repartida en 15 espacios con modelos arquitectónicos, filmes, obras de arte, mapas y atlas. Los visitantes se verán inmersos en un ambiente de impresiones acústicas y ópticas procedentes de tres pantallas. Son imágenes filmadas por diversos equipos de televisión en un mismo día, pero en los más diversos lugares: una pastelería, las calles del casco antiguo o desde un helicóptero que sobrevuela la ciudad.

Mientras un grupo de peregrinos suabos cantan canciones religiosas, muchos judíos se amontonan ante el Muro de las Lamentaciones o las mujeres judías liberales protestan; exigen poder orar en el Muro de las Lamentaciones y son empujadas brutalmente por hombres barbudos. La brutalidad y la religiosidad también pertenecen a Jerusalén.

Pintura de Jerusalén del año 1900.
Imagen de Jerusalén en el año 1900.Imagen: Library of Congress Prints and Photographs Division, Photochrom Collection, LC-DIG-ppmsca-02688

Jerusalén, lugar de numerosas masacres

La exposición no es apolítica, cuenta incluso con un espacio para los conflictos, el "Conflict Room”. Los temas judíos, cristianos y musulmanes aparecen alineados con los comentarios en árabe, inglés y alemán.

Tras la conquista de Jerusalén en la Primera Cruzada en 1099, un cronista cristiano escribió: "Los judíos fueron acordonados en una sinagoga y masacrados brutalmente. Se podía ver montones de cabezas, manos y pies. Fue realmente un juicio divino magnífico, que llenó este lugar con la sangre de los infieles. Cuando no encontraron a nadie más a quien matar, los cruzados cantaban himnos de camino el Santo Sepulcro. Junto a la tumba de Cristo celebraron la liturgia de Pascua”.

Cilly Kugelmann se mantiene así y todo en su tesis: "Todo lo que sucede en esta ciudad está cubierto con un manto de espiritualidad. Y cuanto menos soluciones seculares y convencionales parezca haber, más se orienta la gente hacia las raíces metafísicas de la ciudad”. El diálogo entre los grupos de la ciudad, sin embargo, es difícil. Cuando el creador berlinés de "Welcome to Jerusalem” pidió a los palestinos colaborar con información y objetos, no obtuvo nada. "Los palestinos insisten en la solución máxima, no quieren participar en una exposición junto con judíos y además organizada por judíos”, dice Kugelmann, la hasta ahora jefa de programa del Museo Judío. 

Arte palestino crítico con Israel

Pero, por lo menos una persona sí lo hizo, quizá la artista palestina más famosa, Mona Hatoum, conocida por su dura crítica a la ocupación israelí. Esta colabora con su obra "Present Tense”, donde esboza "la nueva silueta de Palestina” a través de un mosaico con trozos cúbicos de jabón. Estos recuerdan a la producción de jabones de Nablus, que desde la Antigüedad eran conocidos y formaban parte de la identidad palestina. La producción de jabones se ha visto paralizada por los ataques israelíes sobre el casco antiguo de Nablus. 

La exposición logra con éxito no encubrir los conflictos con el fin de construir imágenes emocionales o edificantes y es capaz de soportar las contradicciones. Por un lado, el abuelo palestino que viaja a Jerusalén y señala una casa, que perteneció a su familia o la expulsión de 1948, hasta la escandalosa aparición de la Ministra de Cultura israelí, Miri Regev, en Cannes, que se convirtió en el objetivo de muchas críticas.

Amuleto para proteger las casas.
Amuleto para proteger las casas.Imagen: The Library of The Jewish Theological Seminary

Un vestido con mensaje político

Regev se presentó en el Festival de Cine de Cannes con un vestido con la silueta de Jerusalén, incluyendo las cúpulas de la Mezquita Al Aksa y la Cúpula de la Roca. Este vestido provocativo fue una clara muestra de la postura del gobierno israelí hacia la parte este de la ciudad de Jerusalén. En las redes sociales, el atuendo fue caldo de cultivo para encendidos comentarios.

"Jerusalén de Oro” es el lema del marketing turístico. La ciudad se vende con ciertas peculiaridades: su aura religiosa y su luz única. También se habla del Síndrome de Jerusalén, una enfermedad síquica, que afecta a muchos visitantes desde hace siglos, un delirio de grandeza divino y repentino.

Jerusalén promete la salvación a los peregrinos, pero incuba, sin embargo, más violencia. La exposición comienza el 11 de diciembre de 2017 y finaliza el 30 de abril de 2019.

 

Werner Bloch (RMR/ERS)