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Fanatismo y resentimiento

25 de julio de 2011

El trágico doble atentado en Noruega, perpetrado por un extremista de derecha, es producto del fanatismo y del resentimiento en una Europa cuyo clima social está cambiando, analizan editorialistas.

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Dolor por las víctimas.
Dolor por las víctimas.Imagen: dapd


Liberation
, de París: “Todo parece indicar que Anders Behring Breivik actuó solo. Pero la poderosa extrema derecha escandinava, especialmente en Noruega, le ofreció terreno fértil para sus resentimientos. El Partido del Progreso cuenta con la simpatía de uno de cada cinco noruegos, con lo cual pasa a ser el número uno entre los partidos de extrema derecha en Europa Occidental. El prestigio de este movimiento nacionalista y xenófobo aumentó cuando apoyó a los conservadores durante un período legislativo, antes de la victoria de los socialdemócratas. Aunque hoy tome distancia de los crímenes de Breivik, esta agrupación populista debería hacer una toma de conciencia acerca de los hechos horrendos que legitimó y hasta fomentó en su momento.”

“Sociedad noruega no acepta los desafíos actuales”

Tages Anzeiger, de Zúrich: “A pesar de contar con un considerable bienestar económico y con una larga tradición democrática, a gran parte de la sociedad noruega le resulta difícil aceptar los desafíos de la modernidad. (…) En las últimas décadas de reformas sociales, de europeización en lo político y de liberalización económica han surgido agrupaciones y también partidos políticos que, sin cuestionar el estado social de la socialdemocracia, sí cuestionan su desarrollo en el siglo XXI. Y a dichos grupos pertenecen, entretanto, partidos establecidos en el sistema, así como pequeños grupos extremistas, que se organizan, sobre todo, a través de internet. A las antiguas tendencias anticomunistas, hoy se suman el antiislamismo, y la xenofobia que se deriva de éste, además de la resistencia al proceso europeo de integración.”

“Clima de agitación xenófoba”

Der Standard, de Viena: “En toda Europa ha cambiado el clima social. Escandinavia, que parece ser, a primera vista, una sociedad modelo y multicultural, ha sufrido una gran transformación en los últimos años. En su seno se ha desarrollado una corriente de extrema derecha, aunque pequeña, y han aumentado los partidos populistas de derecha. En Noruega, el Partido del Progreso conquistó, con un 22,9 por ciento de los votos, el segundo lugar en las últimas elecciones parlamentarias. No es casualidad que el responsable de estos atentados haya sido antiguamente miembro de dicho partido, que agita a la opinión pública contra musulmanes y extranjeros. Tales embestidas generalizadas son también muy comunes durante los actos del Partido de la Libertad de Austria. Con discursos incendiarios y rupturas de tabúes bien calculadas –como la que también llevó a cabo Thilo Sarrazin con su libro ‘Alemania se desintegra'-, se crea un clima en el que los extremistas creen que pueden actuar en esa línea.”

“Fanatismo ideológico”

La Repubblica, de Roma: “Sería absurdo decir que lo que hizo el asesino con una bomba y con una metralleta fue expresar las ideas de políticos europeos prominentes. Sin embargo, se debe considerar que la atmósfera en la Europa actual da lugar a ideas extremistas como las de Anders Behring Breivik. La extrema derecha noruega no tiene un líder, sino que es un mosaico de pequeños grupos que traducen en discursos llenos de fanatismo las necesidades de una sociedad democrática. Y de ese caldo ideológico se alimentó Breivik.”

Autora: CP/ dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse