Ayuda a Grecia, sin obstáculos
7 de septiembre de 2011Publicidad
La participación de Alemania en la primera operación comunitaria para rescatar las finanzas del Estado griego fue legal desde la perspectiva del Tribunal Constitucional con sede en Karlsruhe, que emitió su veredicto sobre la materia este 7 de septiembre, rechazando tres querellas judiciales introducidas por un grupo de empresarios, académicos y políticos prominentes, como el diputado Peter Gauweiler, miembro del partido Unión Social Cristiana de Baviera que integra la coalición de Gobierno.
La mayor instancia en cuestiones constitucionales desestimó que el auxilio financiero ofrecido a Grecia en 2010 violara el segmento del Tratado de la Unión Europea según el cual un país miembro no puede asumir las deudas del otro. El tribunal alegó que la moción comunitaria cumplió con las premisas de definir transparentemente su meta, la cantidad de recursos asignados y el plazo. Sin embargo, sería un error describir a los demandantes como los perdedores de esta contienda.
¿Ganaron todos con el veredicto?
Los euroescépticos no contaban realmente con que la corte deslegitimaría el involucramiento de Berlín en el auxilio económico ofrecido a Atenas el año pasado, pero sí con que instaría al Parlamento alemán a ejercer mayor influencia sobre la forma en que se administrarán futuros rescates financieros. Y eso fue lo que hizo el tribunal al aclarar que su decisión no era “un cheque en blanco” de cara a posibles paquetes de rescate por venir.
Los siete jueces constitucionales exigieron que la comisión de presupuesto en el Bundestag apruebe cada paso en el caso de futuras ayudas financieras e insistieron en que no deben tener lugar reacciones automáticas que limiten la capacidad de decisión de los diputados. Aunque los programas más recientes para apuntalar las finanzas helenas no se verán afectados por el fallo, algunos observadores temen que una mayor injerencia del poder legislativo haga más complicado y lento el proceso de aprobación de otros rescates.
Este miércoles (7.9.2011), cuando todo estaba preparado para dar inicio a la discusión sobre el aumento de la contribución alemana al reformado Fondo Europeo de Estabilización Económica (EFSF) –enmendado por los líderes de la Eurozona el 21 de julio– en la Cámara baja del Bundestag, la intervención de la canciller, Angela Merkel, fue pospuesta 40 minutos para que pudiera conocer la sentencia de la corte constitucional y reaccionar a ella estratégicamente. Después de todo, Merkel tiene a demasiados críticos en contra en este asunto, incluso en las filas de su Gobierno.
Merkel celebra la decisión, pero sigue bajo presión
La mujer fuerte de Berlín aseguró que su visión coincide con la de los jueces constitucionales, quienes hicieron un llamado a combinar la solidaridad entre las naciones de la zona euro con políticas fiscales responsables en cada país. “Ese es precisamente el camino que tomamos”, dijo Merkel. Las reacciones en Bruselas tampoco se hicieron esperar: “Esta sentencia confirma la compatibilidad de las medidas adoptadas hasta ahora con la Constitución alemana", celebró la portavoz de la Comisión Europea.
La ampliación del EFSF se discute acaloradamente desde este martes (6.9.2011) en el Parlamento francés; sin embargo, los dimes y diretes en Berlín prometen traer consigo consecuencias políticas más dramáticas. Para que en el Bundestag se apruebe la reforma del mecanismo europeo de rescate el próximo 29 de septiembre, la canciller podría necesitar votos de la oposición y, según algunos analistas políticos, eso aniquilaría a la coalición de centroderecha que mantiene a Merkel en el poder.
Fuera de Alemania la presión sobre Merkel no es menor. A quienes proponen que se expulse de la Eurozona a Grecia y a los otros países en aprietos para que saneen sus economías, la canciller contesta que la exclusión forzada de cualquier miembro de la UE generaría un efecto dominó que pondría en peligro al euro. Y a los que plantean la emisión de eurobonos como solución para la crisis, Merkel responde que esa medida no incentiva a países como Grecia a ordenar sus finanzas.
Lo que los expertos más pesimistas temen es que, más pronto que tarde, Alemania deba elegir entre dar luz verde a medidas aún más radicales que las rechazadas hasta el momento o ver desintegrado el bloque comunitario.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López
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