FAO: se necesitan más mujeres para el desarrollo global
8 de marzo de 2012Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se podrían sacar de la hambruna a 150 millones de personas, si las campesinas tuvieran los mismos recursos que sus colegas masculinos. La pobreza en el mundo es sobre todo rural y femenina: las mujeres en las zonas rurales están más afectadas por el hambre y la pobreza que en las zonas urbanas y mucho más que los hombres. Por ello, Naciones Unidas quiere poner con motivo del Día Internacional de la Mujer a las “mujeres en zonas rurales” en el centro del interés público. El pensamiento básico es que el desarrollo rural solo puede lograrse por medio de un fortalecimiento de la posición de las mujeres.
El último miembro de la cadena
“Casi en todas partes del mundo las mujeres tienes menos acceso a los recursos que los hombres”, dice Terri Raney, responsable del reporte agrario de la FAO. La experta menciona también las mayores desventajas para las campesinas quienes en este contexto no tienen derecho a poseer tierras, no tienen acceso a créditos para comprar semillas o abono y, en la mayoría de los casos, tienen un menor nivel de educación que los hombres.
Sin embargo, son las mujeres quienes, además de trabajar en el campo, se ocupan de la familia. La alimentación, salud y educación de los niños son todavía ocupaciones de la mujer. Aparte de esto, la mala infraestructura en zonas rurales supone una búsqueda ardua de agua y leña y a veces también largas caminatas para poder vender productos en el mercado.
Nuevas estrategias de desarrollo
Para mejorar la situación de las mujeres en el campo, la presidenta del Comité Alemán de Naciones Unidas para Mujeres, Karin Nordmeyer, reclama que se tomen nuevas medidas. La experta exige que las mujeres tengan derechos de tierra para que puedan asegurar la nutrición de sus familias y sus municipios. También es necesario establecer la salud y la educación como las bases del desarrollo en el campo y de hacer participar y considerar a las mujeres en medidas de infraestructura rural, dice Nordmeyer y agrega que las mujeres deben ser igualmente instruidas en sus derechos para que ya no sean más vistas como “el último miembro de la cadena”.
Según la experta, ya se está volviendo a financiar proyectos para el desarrollo de la infraestructura rural, después de que esta fuera ignorada por décadas. Estos proyectos tienen que ser examinados en base a sus consecuencias para las mujeres, teniendo sobre todo en cuenta la presupuestación en materia de género, exige la presidenta del comité.
Inmigrantes cualificadas con difícil acceso al mercado laboral alemán
Pero también en países desarrollados como Alemania las mujeres tienen a menudo menores oportunidades de acceso al mercado laboral que los hombres. Según un estudio publicado por tres universidades alemanas, el acceso de extranjeras altamente cualificadas al mercado laboral alemán sigue siendo difícil. La mudanza a Alemania significa a veces que tengan que aceptar empleos muy por debajo de su nivel académico.
Según la ministra alemana de Educación, Annette Schavan, esto se debe en parte a que sus cualificaciones adquiridas en el extranjero todavía no son reconocidas en Alemania. Pero esto debe cambiar a partir del 1 de abril cuando se aplique la “ley de reconocimiento” con el propósito de integrar mejor a los inmigrantes en el mercado laboral y la sociedad alemana.
Otro punto problemático es que las ideas de familia y trabajo que traen las inmigrantes altamente capacitadas parecen no ser totalmente compatibles con las de los alemanes. En Alemania se considera, por ejemplo, normal que para obtener un empleo en la rama tecnológica se trabaje a tiempo completo y se esté dispuesto a hacer horas extraordinarias.
Schavan ve con agrado la integración de inmigrantes cualificadas en el mercado laboral. “Esta medida trae especialistas sobresalientes a los sectores de ciencia y técnica de nuestra economía, algo que necesitamos urgentemente en tiempos de carencia de expertos”, añade la ministra.
Autores: Hellen Jeppesen/Gabriel Domínguez
Editor: José Ospina-Valencia