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Fidel Castro, el consejero de Kim Jong-un

6 de abril de 2013

Rusia intentó conseguir que el líder norcoreano entrara en razón; en vano. Estados Unidos y China podrían lograrlo juntos; pero no cooperan entre ellos. Ahora, Cuba procura persuadir a Kim Jong-un de que baje las armas.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Al parecer existen indicios de que las Fuerzas Armadas de Corea del Norte recibieron órdenes de aumentar la producción de artillería a mediados del mes pasado. Las agencias de noticias aluden a un reportaje emitido este sábado (06.04.2013) por la televisión estatal norcoreana, en donde se mostraba al líder de ese país, Kim Jong-un, y a funcionarios del ámbito de la seguridad nacional en una reunión celebrada el 17 de marzo. En el video se puede oír al jefe de Estado hablando sobre la necesidad de “garantizar la calidad de nuestra artillería”.

Pero, después de las amenazas que ha venido haciendo Kim Jong-un en los últimos días, lo dicho en ese reportaje luce como una advertencia extemporánea. El semanario alemán Der Spiegel considera más preocupante la incapacidad de Washington y Beijing para cooperar, aunque sólo sea circunstancialmente, con miras a neutralizar el peligro que el Gobierno de Pyongyang significa para Asia y el Pacífico. “Si Estados Unidos y China actuaran juntos, el régimen de Corea del Norte estaría acabado mañana mismo”, escriben en la revista.

“En lugar de eso, se intensifica el conflicto entre estas superpotencias. El espionaje clásico, los ciberataques y nuevas aspiraciones de poder por parte de China siembran desconfianza entre ambos”, acota Sebastian Fischer, corresponsal de Der Spiegel en la capital estadounidense. ¿Es esta falta de concierto en tiempos de crisis una señal de que ni el hombre fuerte de la Casa Blanca, Barack Obama, ni su homólogo chino, Xi Jinping, se toman las bravuconadas de Kim Jong-un en serio? Eso está por verse.

Castro intenta aconsejar a Kim Jong-un

De momento, quienes dan la impresión de desestimar los vientos de guerra que soplan desde el norte de la península coreana son los diplomáticos de las misiones consulares. Pyongyang anunció que, si llegara a estallar un conflicto armado, no podría garantizar la seguridad del personal en las embajadas y organizaciones internacionales. Kim Jong-un les dio hasta el 10 de abril para abandonar el territorio, pero las embajadas de Alemania y otros países siguen funcionando regularmente.

El diario germano Süddeutsche Zeitung cita a fuentes diplomáticas según las cuales la advertencia norcoreana es percibida como un intento de intensificar las tensiones en la región y nada más. El periódico editado en Múnich también comenta que, después de los Gobiernos de Rusia y de China, ahora es el de Cuba el que procura persuadir a Kim Jong-un de evitar un enfrentamiento bélico. “Si allí estalla una guerra, los pueblos de ambas partes de la península serán terriblemente sacrificados”, escribió el propio Fidel Castro.

En la más reciente de sus “reflexiones”, publicada este 5 de abril, el ex presidente cubano enfatizó que el conflicto no le traería beneficios a ninguna de las partes en discordia. “Ahora que [Corea del Norte] ha demostrado sus avances técnicos y científicos, le recordamos sus deberes con los países que han sido sus grandes amigos, y no sería justo olvidar que tal guerra afectaría de modo especial a más del 70 por ciento de la población del planeta”, argumentó Castro desde La Habana, uno de los últimos aliados del régimen de Pyongyang.

ERC / DZC ( dpa, Spiegel, Süddeutsche Zeitung)

Fidel Castro, ex presidente de Cuba.
Fidel Castro, ex presidente de Cuba.Imagen: AP