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''Fiel a su táctica''

DW-WORLD/pk3 de septiembre de 2007

Los comentaristas analizan hoy el anuncio de Teherán de que ya funcionan las 3.000 centrifugadoras necesarias para producir uranio.

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Mahmud Ahmadineyad: nada ha cambiado.Imagen: AP
La bomba en manos de los ayatolás

LA REPUBBLICA, de Roma: “El peligro nuclear en Corea del Norte disminuye, mientras que en Irán aumenta. De las dos crisis, la que se desactiva es la menos seria y la que se agudiza, la más peligrosa. Una bomba atómica de los ayatolás sería una bomba atómica en manos de una potencia petrolera, una nación de 70 millones de habitantes que ejerce un maligno poder político-religioso sobre todo el Oriente Próximo, desde Palestina hasta el Líbano. Se trata de un régimen que ha amenazado con utilizar la bomba atómica contra Israel. Corea del Norte (…) es una nación de 20 millones de habitantes que sufre de hambre crónica, no tiene recursos algunos y es desangrada por un comunismo belicista”.

Nuevamente todo en tela de juicio

DER STANDARD, Viena: “Irán permanece fiel a su táctica en la controversia atómica. No bien hizo una pequeña concesión, Teherán hace fuertes declaraciones que ponen todo nuevamente en tela de juicio. (…) Las recientes reacciones de Teherán demuestran sobre todo una cosa: que nada ha cambiado en la controversia atómica, más teniendo en cuenta que los EE. UU. por su parte continúan impulsando su lógica de escalamiento. EE. UU. ha calificado al cronograma (acordado entre Irán y El Baradei, n. de la r.) de insuficiente, el presidente norteamericano George W. Bush ubicó la semana pasada, con su advertencia de un ‘Holocausto nuclear’, nuevamente a Irán en el eje del mal y Washington continúa propagando sanciones más fuertes de las Naciones Unidas contra Irán. Pero (…) en vista de que todos los intentos para solucionar el conflicto hasta ahora han fracasado, vale la pena renunciar por ahora a más severas sanciones y esperar el resultado de la nueva iniciativa."

Reducción de la presión sería señal equivocada

BERLINGSKE TIDENDE, de Copenhague: “Aún cuando Irán está ahora dispuesto a proporcionar informaciones sobre pasadas actividades en relación con su programa nuclear, siguen existiendo razones para continuar observando al régimen. Adecuado sería que se aprobara una nueva resolución de la ONU, como parte de la presión política y diplomática, que obligue a Irán a despedirse de todo sueño de transformarse en una potencia atómica. Una reducción de la presión sería una señal equivocada: sería como aceptar que Irán se comporta ahora en forma aceptable. Pero ello no es así. El “Estado villano” aún no ha puesto los naipes sobre la mesa para registrarse en el club de las naciones civilizadas. (…) El consenso logrado ahora entre los EE. UU., Gran Bretaña, Francia y Alemania es positivo. Como también en otros contextos, son Rusia y China las que bloquean la posibilidad de ejercer una eficaz presión sobre Irán".