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Filántropo Bill Gates y su esposa Melinda ganan Premio Asturias

jov / Agencias20 de octubre de 2006

Bill y Melinda Gates, dedican gran parte de su fortuna a labores humanitarias porque creen que “todos deben tener las mismas oportunidades”.

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Bill y Melinda Gates luchan juntos contra la pobreza y el abandono.Imagen: picture-alliance/ dpa

El padre de Bill Gates se encuentra en Oviedo para recoger el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006, concedido a la Fundación Bill y Melinda Gates, por el ejemplo de

“generosidad y filantropía” en el desarrollo de proyectos de lucha contra distintas enfermedades, especialmente en Africa.

Nuestra motivación es la igualdad', aseguró en conferencia de prensa William H. Gates al ser preguntado sobre las voces críticas que acusan a su hijo de tratar de lavar su imagen con la fundación que lleva su nombre y el de su mujer.

“Bill está a cargo de grandes negocios y tiene que dedicar demasiado tiempo a todo esto como para además intentar aprovechar otras fuentes para promocionar la empresa'”, apuntó, antes de subrayar que sólo les mueve la convicción de que “toda vida es igual a otra y debe tener la misma oportunidad que las demás”.

Iniciativas privadas, a menudo, más ágiles

Desde las organizaciones privadas, dijo, se puede llamar la atención sobre los problemas existentes y acometer proyectos “arriesgados” que desde las administraciones públicas serían difíciles de justificar.

En cualquier caso, señaló que “todo depende de la dimensión del problema que se pretenda atajar” y destacó los resultados conseguidos por algunos proyectos, como el desarrollado en el África

subsahariana por la fundación del ex presidente norteamericano Jimmy Carter, que consiguió erradicar totalmente el “gusano de Guinea”.

Todos contra la malaria

El padre del fundador de Microsoft explicó que el interés de Bill Gates por las labores humanitarias surgió a raíz de que leyese un artículo a mediados de los años noventa sobre los problemas de salud en el mundo y la dificultad de acceder a vacunas en los países pobres.

Aseguró que su interés por la cooperación internacional y las labores humanitarias no se lo inculcó la familia en su infancia, sino que “salió de él” y que ellos sólo “lo han fomentado y ayudado a que se desarrolle”.