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¿Fin a la cultura del ‘todo vale’ en internet?

8 de diciembre de 2010

Con la detención de Julian Assange se aviva áun más el debate sobre la necesidad de poner límites a internet, y se discute si se trata de censura o de defender los principios del Estado de Derecho.

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Julian Assange fue detenido en Londres.Imagen: Picture alliance/dpa

Die Welt, de Berlín: “Por pura indefensión y falta de prevención hemos aceptado este accionar irresponsable durante demasiado tiempo, mientras los llamados expertos en internet nos querían hacer creer que la red alguna vez sería capaz de crear su propia ética. Pero eso no es lo que sucedió. En lugar de eso, se ha llegado a que algunos consideren que la lucha contra la pornografía infantil en la red es una medida de censura. De esta cultura digital del ‘todo vale' también surgió Julian Assange (…). Es obvio que Assange supuso que la flexibilidad del derecho y la ley en internet también se aplican a la vida. Pero se equivocó. Por lo tanto, su detención es la prueba fehaciente de que los principios del Estado de derecho se deben poner en práctica más consecuentemente en la vida real.”`

"EE. UU., siempre en contra de proteger la privacidad"

Corriere della Sera, de Milán: “Julian Assange pidió que Barack Obama, el presidente estadounidense que hace dos años despertó nuevas esperanzas en los corazones de la gente, renunciara al Premio Nobel de la Paz. Para Assange, los documentos de su plataforma Wikileaks son la prueba de que el Gobierno de los EE. UU. no es un templo de la democracia, sino más bien un antro de abuso e ilegalidad. Estados Unidos se siente herido, como es lógico, y ve en Assange a un enemigo y a un conspirador. Pero lo que sería sensato en este caso, más que ponerle las esposas a Assange, es llevar a cabo una revisión del decadente sistema diplomático de EE. UU. Y todos los que hoy gritan en Washington que Assange debe ir a prisión deberían recordar que fue EE. UU. el que reaccionó rápidamente hace un año a las iniciativas europeas para proteger la privacidad en internet juzgando severamente todos los intentos de limitar la infinita libertad de la red.”



"No un simpático vengador, sino un hombre peligroso"

Le Figaro, de París: “Wikileaks no tiene ni los medios ni la intención de poner en la mira a otro país que no sea EE. UU. El derecho legítimo de informar a la opinión pública y todo lo relacionado con el acceso a una información libre y pluralizada en una sociedad democrática no tiene nada que ver con las fechorías de Wikileaks. El acceso masivo a documentos diplomáticos con el fin de su publicación es una violación de correspondencia privada, es decir, nada más que un hurto. El Julian Assange detenido en Londres no es, ciertamente, el simpático vengador de internet que se nos ha intentado presentar. Más bien, se trata de un hombre peligroso, sin sentido de la responsabilidad o, en el peor de los casos, de un delincuente perverso.”

"Atacar el mal desde la raíz"

Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: “Los argumentos oficiales de la detención de Assange no tienen que ver con la publicación de los mensajes diplomáticos estadounidenses. Pero, en vista del rol central de organizador e ideólogo que ha tenido Assange hasta el momento, su salida temporaria de escena debilitará sensiblemente a Wikileaks. De este modo, los EE. UU. ganan tiempo para llevar adelante su propia causa judicial y, eventualmente, colocar una demanda de extradición. El fundamento legal para una extradición empero, es muy débil, ya que, en EE. UU., la publicación de secretos de estado siempre gozó de la protección de la Primera Enmienda de la Constitución sobre libertad de expresión. Una fuga semejante no se puede arreglar con instrumentos jurídicos. Lo más acertado sería que los EE. UU. atacaran el problema del robo de datos desde la raíz, invirtiendo más recursos en mejorar la seguridad de sus archivos gubernamentales.”

CP/dpa

Editor: Enrique López Magallón