Flame: nueva poderosa arma en la ciberguerra
29 de mayo de 2012
Primero fue Stuxnet, luego Duqu y ahora Flame: en Cercano Oriente e Irán ha aparecido una nueva arma cibernética. De la misma manera que con los antecesores de Flame, los expertos creen que la orden para la programación del complejo virus ha salido de algún gabinete gubernamental.
Según especialistas en informática, Flame está pensado para espiar computadoras de Cercano Oriente e Irán. El programa circula ya en varios países y está siendo utilizado como arma cibernética, así lo advierte la empresa rusa Kaspersky Lab, especialista en programas antivirus. Según esta empresa, la complejidad y la funcionalidad de esta nueva arma supera el nivel de las amenazas conocidas hasta el momento.
Con el mayor sigilo
“Worm.Win32.Flame“, así su nombre, no es sólo un virus: es un complejo entramado de unos 20 módulos que aúna en sí varios virus y troyanos. Flame puede llegar a los archivos y alterarlos, puede robar contraseñas del ordenador, copias de todo lo que se teclea, hacer copias de las pantallas cuando están hay programas de chat activos.
También puede interceptar conversaciones de audio a través de Skype, activar el micrófono del equipo para grabar lo que está sucediendo en una habitación y conectar vía Bluetooth con los dispositivos cercanos como teléfonos móviles para interceptarlos a su vez; puede cargar, sin ser detectado, malware adicional.
Nueva arma
Para los especialistas de Kasperky Lab, con Flame la ciberguerra cuenta con un arma de sabotaje más poderosa que Stuxnet y Duqu.
Stuxnet tenía sobre todo el objeto de sabotear centrales atómicas en Irán; Duqu, una variante del primero, tenía el cometido de atacar centrales industriales.
El objetivo principal de Flame es servir de espía. Después de los primeros análisis, los especialistas rusos afirman que tiene unos 20 megabytes de tamaño y que las primeras infecciones se detectaron en agosto de 2010. La mayoría de los ordenadores infectados se hallan en Irán (189). El virus ha afectado además ya a 98 ordenadores en Israel y Palestina, 32 en Sudán, 20 en Siria 18 en Líbano y 10 en Arabia Saudí.
Israel e Irán
Es importante que se entienda, así Kasperky Lab, que la nueva arma puede ser dirigida contra cualquier país, sobre todo contra los más desarrollados. Aunque aún no se sabe quién se esconde detrás de Flame, Israel ha dejado entrever que de ahí pudo haber salido el comando. Irán, por su parte, reaccionó al rumor con un fuerte ataque a Israel.
Restándole importancia a Flame, el portavoz iraní de exteriores afirmó que “existen gobiernos ilegítimos que no tienen más que hacer que propagar virus para hacer daño a otros países. Por eso habría que concentrarse no sólo en acabar con los virus sino con la causa de ellos”.
Aunque llevan ya algún tiempo analizándolo, ha sido a raíz de la publicación de algunos artículos técnicos cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha solicitado más información al respecto.
dapd/dpa/mb
Editor: Pablo Kummetz