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Fracasa la moción de censura contra el Gobierno francés

19 de febrero de 2015

La iniciativa fue impulsada por la Unión por un Movimiento Popular, del expresidente Nicolas Sarkozy. De haberse impuesto, la moción hubiese forzado la salida del jefe de Gobierno, Manuel Valls.

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Imagen: Reuters/C. Platiau

La moción fue presentada luego de que Valls decidiera sorpresivamente aprobar un controvertido proyecto de reformas elaboradas por el ministro de Economía, Emmanuel Macron, obviando la vía parlamentaria. De ese modo, pretendía evitar una posible falta de mayoría en la Asamblea Nacional. En esos casos, el poder legislativo puede presentar la moción de censura. La reforma apunta a flexibilizar regulaciones vigentes para el horario de trabajo los domingos y en días feriados, además de impulsar la privatización y liberalización de sectores como el del transporte.

Pero el pulso al Gobierno francés no logró contar con los respaldos suficientes en la Asamblea Nacional. La iniciativa, impulsada por la Unión por un Movimiento Popular, del expresidente Nicolas Sarkozy, debiera haber contado con 289 respaldos en el poder legislativo para imponerse, pero obtuvo solo 234 votos a favor. De haber logrado la cifra, la moción hubiese forzado la salida del jefe de Gobierno, Manuel Valls. El mecanismo utilizado por Valls, poco usado en la historia de la V República francesa, para aprobar el paquete de reformas "Macron", es una táctica generalmente denunciada como antidemocrática.

Tensiones en el socialismo francés

El pulso subrayó las tensiones entre el presidente, Francois Hollande, y Valls, en el ala centrista del Partido Socialista, y los rebeldes a la izquierda. Asimismo, auguró próximas batallas cuando se presenten mayores medidas destinadas a reactivar a la segunda mayor economía de la zona euro y convencer a los socios de la Unión Europa de que Francia puede hacer reformas. Pero hoy (19.02.2015) prevaleció la unidad en las filas de la izquierda, ya que los socialistas advirtieron que expulsarían del partido a los parlamentarios que votaran a favor.

La única moción de censura que funcionó en los 57 años de vida de la V República francesa fue en 1962, cuando se logró expulsar al Gobierno de Georges Pompidou. En esta ocasión, Valls se dirigió a los parlamentarios antes de iniciarse la votación, en un discurso en el que se comprometió a continuar las reformas "sin titubeos". El fracaso de la moción de censura implica que el paquete de reformas económicas pasa automáticamente su primera lectura en el Parlamento y que el Gobierno tiene derecho a usar el mismo decreto para ir aprobando las lecturas posteriores.

MS (dpa/Reuters)