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Francia, elecciones decisivas en plena crisis europea

Andreas Noll / MS10 de junio de 2012

Los resultados a boca de urna de la primera ronda de elecciones parlamentarias en Francia reflejan una clara victoria del partido de François Hollande. ¿Cómo afectará a la Unión Europea la victoria de la izquierda?

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Elecciones en Francia
Elecciones en FranciaImagen: Reuters

Los tambores de Alemania y Francia tocan ritmos diferentes. Es algo que tienen claro no solo los respectivos entornos del nuevo dúo europeo Merkel-Hollande después de sus esfuerzos por acercar posturas políticas, sino también los observadores alemanes de las elecciones parlamentarias en Francia. Muy probablemente, los comunistas y los ultraderechistas ganarán escaños tras estos comicios en los que, por primera vez, los votantes pueden ejercer su derecho vía Internet. Al menos, los que viven en el extranjero, que votaron una semana antes de la primera ronda.

En un país en el que las elecciones son universales, igualitarias, libres y secretas, el Ministerio de Asuntos Exteriores ya ha publicado los primeros resultados del voto extranjero en su página web. En caso de que reflejen la tendencia al voto del resto de votantes, Hollande puede darse por ganador. Las encuestas de opinión también situaban al socialista Hollande y a otros candidatos de izquierda muy por delante de sus oponentes. Y Los primeros resultados de las elecciones están dando la razón a los sondeos, con una clara victoria de la izquierda.

Balotaje con más de dos candidatos

Sin embargo, el sistema de elecciones parlamentarias francés encierra singulares recovecos. Resultan decisivos los acuerdos a los que llegan los partidos políticos meses antes de las elecciones, en los que pactan posibles coaliciones de gobierno.

Ya el pasado año, los socialistas prometieron a los Verdes –sus nuevos socios de coalición- que retirarían a sus propios candidatos de más de 60 distritos electorales. Sin un pacto de ese calibre, las opciones de que los Verdes llegaran al Parlamento serían prácticamente nulas.

Sin embargo, un acuerdo de los socialistas con el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon fracasó hace unos días. Aun así, se espera que en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, que tendrá lugar el próximo 17 de junio, el Frente de Izquierda, que tiene el respaldo de los comunistas, logre varios escaños en el Parlamento, ya que no solo los dos candidatos más votados, sino también quienes obtengan más de un 12.5% de los votos pueden participar. Y desde su exitosa carrera presidencial del pasado mes, los éxitos parecen sucederse para el anticapitalista Mélenchon.

Panorámica del Parlamento francés
Panorámica del Parlamento francésImagen: picture-alliance/dpa

“Un pacto con el Frente de Izquierda sería un problema para la EU”

Es muy probable que en la segunda vuelta electoral algunos socialistas se retiren para dar a los candidatos del Frente de Izquierda mayores opciones de ocupar puestos en el Parlamento. En cualquier caso, no se esperaba que el Partido Socialista logre una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y, por tanto, posiblemente deba formar coalición con los Verdes y con el Frente de Izquierda.

Emiliano Grossman, del Instituto de Ciencias Políticas de París, opina que un compromiso demasiado fuerte con la extrema izquierda podría poner en peligro las propias finanzas estatales francesas. “François Hollande es un socialista moderado”, explicó Grossman a Deutsche Welle. “Sus promesas de implementar un paquete de medidas de crecimiento se limitan a unas pocas medidas cosméticas al pacto fiscal europeo. Pero si el Frente de Izquierda obtiene un buen apoyo en las urnas, habría mucha presión por su parte para realizar una reforma más profunda. Eso sería un problema para toda la Unión Europea y para las relaciones de Francia con Alemania”.

El número de escaños que ocupen en el Parlamento los Verdes y el Frente de Izquierda es importante. Después de todo, el Parlamento decide en gran medida sobre asuntos sociales y económicos. Norbert Wagner, director de la Fundación Konrad Adenauer en París, opina que el presidente hizo promesas electorales en campaña que solo pueden ser llevadas a cabo si hay una mayoría de izquierdas en el Parlamento. “Ello incluye el adelanto en la edad de jubilación a los 60 años para algunos trabajadores, crear más puestos de funcionarios y cargas impositivas de un 75% para los millonarios”, dice Wagner.

Los partidos conservadores han cifrado el coste de las primeras medidas del Gobierno en 20 mil millones de euros y las ha calificado de “aventuradas”.

La era post-Sarkozy

Las perspectivas para el partido del expresidente Nicolas Sarkozy, Unión por un Movimiento Popular (UMP), son modestas. El problema más acuciante de la UPM es el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen. “El centro-derecha se encuentra en una oposición de tira y afloja entre dos extremos. Hay riesgo de que en muchas circunscripciones el FN logre candidatos en la segunda vuelta”, apunta Wagner. “En competencia con la izquierda y el FN, los candidatos de UMP suelen perder. Con el terreno conservador debilitado, es más probable la victoria socialista”.

Un pacto entre la UMP y el Frente Nacional podría resolver el dilema, pero los conservadores suelen rechazar ese tipo de alianzas. Una coalición con la UMP tampoco está en los intereses del partido ultraconservador. “Marine Le Pen quiere destruir la UMP y engullir lo que quede de él. Cuanto mayor sea la derrota de la UMP, mayores probabilidades habrá de que se produzcan tensiones en el seno del partido”, dice Wagner. Con el ojo puesto en las próximas elecciones presidenciales de 2017, Le Pen apuesta a que ello ocurra.

Le Pen: la mirada puesta en el palacio del Elíseo

El Frente Nacional de Le Pen aspira a entrar en el Parlamento por primera vez desde 1986, lo que constituiría un hito político. Hace un cuarto de siglo, el partido antiinmigrantes y contrario a la Unión Europea se benefició del sistema de representación proporcional introducido por el entonces presidente François Mitterrand para debilitar a los conservadores.

Si el FN vuelve esta vez a introducirse en la Asamblea Nacional, lo hará impulsado por un sistema de votaciones mucho más estricto de mayorías electorales. “La formación está dejando atrás su pasado como partido protesta”, analiza Grossman. Según este experto, Marine Le Pen ha eliminado los círculos neonazis del FN y ha logrado avances en la erradicación de manifestaciones racistas en el partido.

Autor: Andreas Noll / MS
Editora: Emilia Rojas