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Francia, la república malhumorada

Barbara Wesel (ERC/VT)2 de mayo de 2016

Faltando un año para los comicios presidenciales, muchos franceses se muestran desesperanzados de cara a sus perspectivas económicas y a su clase política. Con huelgas y marchas protestan contra las reformas planeadas.

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Imagen: picture-alliance/dpa

“Estamos en un punto de quiebre. Una parte de la población hunde la cabeza en la arena, pero el resto tiene claro que algo anda mal. La gente ya no cree en los políticos. Primero estuvo en el poder la derecha y después, sus opositores. Todos ellos nos han decepcionado”, comenta una joven francesa entrevistada al azar por DW.

Y su rechazo por la clase política imperante en ese país europeo es compartido por millones de sus compatriotas. Esa frustración fomenta airadas protestas en los bastiones de la izquierda gala y le da impulso al Frente Nacional: un segmento del electorado local admite estar ávido de que “otros” lleguen al poder.

Mientras tanto, los intelectuales galos se regodean en fantasías distópicas; como muestra, los best sellers de Michel Houellebecq, Alain Finkelkraut y Eric Zemmours sobre la presunta amenaza de la islamización de la república, la “triste identidad” francesa y el “suicidio” de la nación.

François Hollande, el más impopular de todos los presidentes franceses: 87 por ciento de la población está insatisfecha con su mandato.
François Hollande, el más impopular de todos los presidentes franceses: 87 por ciento de la población está insatisfecha con su mandato.Imagen: picture-alliance/dpa

“En Francia, todos quieren algo distinto: los políticos, los trabajadores, el pueblo… Todos deberían sentarse a hablar los unos con los otros de una buena vez”, clama el cineasta Gilles Saulnier. Faltando un año para los comicios presidenciales, muchos franceses se muestran desesperanzados de cara a su clase política y a sus perspectivas económicas.

La economía

A veces se registran éxitos puntuales, como la semana pasada, cuando Francia venció a Alemania y obtuvo de Australia el encargo –valorado en 35.000 millones de euros– de construir su flota de submarinos. Pero, en general, la economía gala parece seguir arrastrando los pies.

Aunque las medidas de austeridad están dando frutos, el país arrastra un déficit de entre el 4 y el 5 por ciento desde 2010. El ministro de Finanzas anunció que el nuevo endeudamiento del Estado bajará a 3,5 por ciento este año, pero el crecimiento económico es de apenas 1,2 por ciento y sigue habiendo 3,5 millones de franceses sin trabajo, entre ellos muchos jóvenes.

El perdedor

Pese a un leve descenso en el índice de desempleo, ese sigue siendo el más marcado de los muchos puntos débiles de François Hollande, el más impopular de todos los presidentes franceses: 87 por ciento de la población está insatisfecha con su mandato. En torno al 75 por ciento está en contra de que opte a la reelección en 2017.

El ministro de Finanzas de Hollande, Emmanuel Macron, no ha despejado la incógnita en torno a su candidatura presidencial para 2017.
El ministro de Finanzas de Hollande, Emmanuel Macron, no ha despejado la incógnita en torno a su candidatura presidencial para 2017.Imagen: picture alliance/dpa/J.-C. Bott

Hollande no ha logrado complacer ni a los empresarios que demandan reformas profundas ni a la izquierda que rechaza sus pequeñas intervenciones para desenredar la maraña regulatoria prevalente. Muchos señalan que a Hollande le falta carácter para imponer y hacer respetar sus decisiones.

La promesa

El ministro de Finanzas de Hollande, Emmanuel Macron, es tachado de traidor en el ala izquierda del partido socialista francés, pero en la derecha es percibido como la esperanza de esa formación para las elecciones de 2017. En las encuestas se le suele aplaudir por su independencia de pensamiento. El exbanquero de 38 años está a favor de trabajar los domingos, levantar el límite de las semanas laborales de 35 horas, flexibilizar el mercado laboral y reducir las cargas sociales del Estado. Macron ha sobresalido tanto que Hollande se ha visto en la necesidad de llamarle la atención y pedirle que juegue más en equipo… y bajo su liderazgo.

Los candidatos

Macron criticó la propuesta de Hollande de instaurar un impuesto del 75 por ciento para los ricos, pero también se ha mostrado atento a la desigualdad de oportunidades que afecta negativamente a los jóvenes de los suburbios. Eso puede hacerlo atractivo a los ojos de diferentes grupos de electores… si decide lanzar su candidatura presidencial en 2017. En este momento, la lista de aspirantes incluye a diez caras conocidas; pero la misma va a ir creciendo con el tiempo. La izquierda y los liberales están tan desunidos que el gran duelo podría terminar teniendo lugar entre el conservador Alain Juppé y la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen.

La gran mayoría de los franceses está en contra de que el conservador Nicolas Sarkozy regrese al poder y prefiere votar por su contrincante, Juppé, actual alcalde de Bourdeaux. Los conservadores se decidirán por uno de ellos en las elecciones primarias de noviembre. Le Pen, candidata de los populistas de derecha, será una rival de peso: los sondeos de opinión le auguran un 30 por ciento de los votos. De los socialistas se dice que pasarán por un periodo difícil, a menos que ocurra un milagro. Y en un año es mucho lo que puede cambiar.

En este momento, la lista de aspirantes a la presidencia de Francia incluye a diez caras conocidas; pero la misma va a ir creciendo con el tiempo.
En este momento, la lista de aspirantes a la presidencia de Francia incluye a diez caras conocidas; pero la misma va a ir creciendo con el tiempo.