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Gira de Francisco cierra con acento guaraní

12 de julio de 2015

Con una visita a los más desfavorecidos y una misa a la que asistieron un millón de personas y que homenajeó a la cultura popular del país, terminó la visita del papa a Paraguay.

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Cantos populares, lecturas e incluso el padre nuestro en guaraní y el espectacular altar formado por 32.000 mazorcas de maíz, más de 200.000 pequeños cocos y cientos de miles de semillas locales fueron la particularidad de la misa.
Cantos populares, lecturas e incluso el padre nuestro en guaraní y el espectacular altar formado por 32.000 mazorcas de maíz, más de 200.000 pequeños cocos y cientos de miles de semillas locales fueron la particularidad de la misa.Imagen: Getty Images/AFP/J. Mabromata

Francisco comenzó el día con una visita a las cerca de 23.000 familias que viven en el suburbio del Bañado Norte, una de las zonas más pobres de la capital paraguaya, Asunción, donde criticó la "fe no solidaria" y "mentirosa" de quien va a misa, pero no sabe lo que ocurre en los barrios marginales. Allí, escuchó los testimonios de dos personas que denunciaron al Estado por el abandono que sufren.

Francisco, aunque rápidamente, probó en una de las callejuelas del Bañado, un mbeju (tortilla de almidón), con mate cocido (infusión) y sopa paraguaya (bizcocho salado de queso), un desayuno típico paraguayo que le había preparado una de las habitantes del lugar.

Cultura popular

"Sé bien cuánto se quiere al papa en Paraguay. También yo les llevo en mi corazón y rezo por ustedes y por su país", dijo luego Francisco, al celebrar la misa multitudinaria con la que cerró su gira por Latinoamérica, en la que también visitó Ecuador y Bolivia.

La misa en la explanada de Ñu Guazu, que en guaraní significa "Campo Grande", una base militar y que se convirtió en un auténtico lodazal por las lluvias de los días pasados, fue un auténtico homenaje a la cultura popular del país y de la cultura indígena.

Cantos populares, lecturas e incluso el padre nuestro en guaraní y el espectacular altar formado por 32.000 mazorcas de maíz, más de 200.000 pequeños cocos y cientos de miles de semillas locales fueron la particularidad de la misa. Este altar, realizado por el artista plástico Koki Ruiz, fue un tributo al mundo del arte popular paraguayo y la religiosidad heredera de las misiones jesuíticas.

Los cantos religiosos adaptados a la musicalidad popular fueron entonados por un coro compuesto de 500 voces y la Orquesta Sinfónica Nacional. Anteriormente, en su homilía el papa instó a los fieles a la hospitalidad, que dijo "es una de las características fundamentales de la comunidad creyente" y agregó que el cristiano es quien aprendió a hospedar, a alojar".

Un millón de personas

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi aseguró en rueda de prensa que, según sus estimaciones, "un millón de personas" asistieron a la misa, a la que también acudió la presidenta de argentina. Cristina Fernández estuvo sentada en la zona de autoridades junto con el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, y al final de la eucaristía subió al altar para saludar al pontífice a quien le regaló un cuadro.

Por su parte, el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, prometió al papa Francisco que la Iglesia católica paraguaya se pondrá "en marcha" para acercarse a la gente y "especialmente los que más sufren". Antes de dejar Paraguay a las 19:00 hora local (23:00 GMT), Francisco almorzará con los obispos de Paraguay y se reunirá con los jóvenes en Costanera.

RML (efe, dpa)