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Religión

Francisco en Irlanda: “Los abusos son un grave escándalo"

25 de agosto de 2018

Al inicio de una visita de dos días a la isla, el sumo pontífice ha condenado los abusos sexuales a niños por parte de clérigos. Además, se reunió con ocho víctimas de abuso.

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Imagen: picture-alliance/dpa/empics/PA Wire/Y. Mok

En el primer discurso de su visita a Irlanda, pronunciado en el Castillo de Dublín, el pontífice dijo no poder evitar "reconocer el grave escándalo que ha causado en Irlanda el abuso de menores de edad por parte de miembros de la Iglesia que estaban encargados de protegerlos y educarlos".

"El hecho de que las autoridades eclesiáticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- no afrontaran adecuadamente estos repugnantes crímenes ha dado lugar a indignación y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica", continuó Francisco. Y agregó: "Yo mismo comparto esos sentimientos".

Por otro lado, el papa ha aludido al papel positivo de la institución en aquel país. "La Iglesia en Irlanda ha desempeñado en el pasado y en el presente un papel en la promoción del bienestar de los niños que no debe quedar tapado" por estos hechos.

Francisco ha alabado asimismo la "intervención franca y decisiva" de su predecesor, Benedicto XVI, para hacer frente a la crisis de los abusos clericales.

En su agenda vespertina, el pontífice se reunió "con ocho víctimas de abusos por parte del clero, de religiosos e institucionales", según informó el portavoz del Vaticano, Greg Burke.

"Heridas abiertas"

Al dar la bienvenida al papa, el primer ministro irlandés Leo Varadkar dijo en su discurso que Irlanda tiene un "herencia amarga y rota" de abusos que ha dejado un "legado de dolor y sufrimiento, una historia compartida de pena y vergüenza". Varadkar pidió a Francisco que aproveche su influencia para que "la justicia y la verdad" se impongan y que no se repitan "los crímenes indescriptibles perpetrados y encubiertos por personas con el fin de proteger la institución eclesial".

Varadkar insistió en la necesidad de que, tras las palabras, vengan los hechos. "Le pedimos que escuche a las víctimas y los supervivientes. Sabemos que usted lo va a hacer", ha dicho el primer ministro, quien también ha recalcado que las "heridas siguen abiertas".

MS (efe/dpa)

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