Franz Beckenbauer: la muerte de un "Kaiser"
Fue campeón del mundo como jugador y como entrenador. Muchos vieron en Franz Beckenbauer una figura de culto, aunque su brillo se opacó por presuntas irregularidades en la concesión del Mundial 2006 a Alemania.
Adiós al "Kaiser"
Franz Beckenbauer, conocido como el "Kaiser" (emperador) en Alemania y en el extranjero, murió el domingo 7 de enero de 2024, a los 78 años. "Fue definitivamente el futbolista alemán más grande de todos los tiempos, y, además, una de las personas más magníficas que he conocido", dijo el vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Hans-Joachim Watzke, al conocer la noticia este lunes.
Colección de trofeos
Beckenbauer nació poco después del fin de la II Guerra Mundial, el 11 de septiembre de 1945, en Múnich. Entre 1965 y 1983 sentó las bases de su carrera futbolística: con el FC Bayern München ganó cuatro veces el campeonato alemán y la copa. Además, fue campeón una vez con el Hamburgo. Le siguieron tres títulos con el Cosmos de Nueva York. También ganó cuatro títulos europeos y una Copa Mundial.
Fuera de la cancha
Los agentes publicitarios y sellos musicales descubrieron rápidamente el potencial del futbolista: durante décadas, Franz Beckenbauer hizo publicidad para diversos productos, desde sopas preparadas hasta telefonía móvil. Y también sacó un disco. Su típico acento bávaro lo hacía inconfundible.
La cúspide deportiva
El juego de Beckenbauer tenía elegancia. Su forma de anticipar jugadas y sus pases precisos y geniales le dieron fama mundial. Su mayor triunfo lo celebró en 1974, cuando condujo a la victoria, como capitán, a la selección nacional alemana de fútbol, en el Mundial que jugó de local.
Un balance ideal
Como jefe del equipo, Beckenbauer condujo a la selección alemana a su tercer título mundial, ante Argentina, en 1990. Cuatro años antes, había sido derrotado por ese mismo rival, resultando vicecampeón. Tras la jugada final en Roma, disfrutó en silencio la victoria, antes de celebrar. El "Kaiser" fue el segundo, tras Mario Zagallo, en ganar un Mundial primero como jugador y luego como entrenador.
Entrenador y funcionario
Tras el triunfo en el Mundial, Beckenbauer volvió a dedicarse al fútbol de clubes, primero en el Olympique Marseille. A partir de 1991, asumió un cargo directivo en el Bayern de Múnich. Como entrenador interino, ganó el campeonato alemán y la Copa de la UEFA. Entre 1994 y 2009, contribuyó, como presidente, a forjar los logros del Bayern, que se convirtió en uno de los mejores equipos del mundo.
El Mundial de Alemania
Desde 1998 hasta 2010, fue uno de los vicepresidentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). También lideró el comité encargado de promocionar la candidatura de Alemania para organizar el Mundial 2006. Beckenbauer lo consiguió, y Alemania vivió su cuento de hadas de ese verano. Pero esa historia también incluyó un capítulo sombrío.
Millones inexplicables
Antes del Mundial 2006, fluyó dinero de modo que nadie pudo explicar. Seis millones de francos suizos fueron transferidos de una cuenta de Beckenbauer y su antiguo gerente, a través de un bufete de abogados, al entonces vicepresidente de la FIFA, Mohammed bin Hammam. Una transferencia que alimentó en la Fiscalía suiza la sospecha de fraude, lavado de dinero y malversación de fondos.
El balón fue su mundo
Durante un buen tiempo evitó las apariciones públicas. Pero se manejaba ante los medios de prensa tan bien como en la cancha y en la mesa de negociaciones, entre los funcionarios del fútbol. El nombre de Franz Beckenbauer llegó a convertirse en una marca, que impuso su sello al fútbol alemán.
El "Kaiser" y las mujeres
El atractivo de Franz Beckenbauer también surtió efecto en las mujeres. Con cuatro parejas tuvo cinco hijos. En medio del trajín del Mundial de Fútbol en Alemania, contrajo matrimonio en junio de 2006 con Heidi Burmester, su tercera esposa. Con ella, tuvo dos hijos.
Tragedia familiar
Stephan fue el único de sus hijos que siguió las huellas del padre y se volvió futbolista profesional, en el FC Saarbrücken. Más tarde, trabajó con éxito como entrenador de la división juvenil del Bayern. A fines de julio de 2015, murió debido a un tumor cerebral, con solo 46 años de edad.
Luces y sombras de Kaiser
Antes del escándalo por el Mundial 2006, Beckenbauer recibió críticas por fijar su residencia principal en Austria desde 1982, presuntamente por razones tributarias. También se le criticó por dejarse convencer por los productores de gas rusos de convertirse en "Global Ambassador" en 2012, así como por votar a favor de Rusia para que organizara el Mundial 2018.
Mirada retrospectiva
Finalmente, el proceso por el Mundial 2006 celebrado en Alemania fue cerrado porque los cargos prescribieron, y también por los problemas de salud de Beckenbauer, que se convirtió en presidente honorario del Bayern de Múnich. Desde 2016, fue sometido a dos operaciones cardíacas. Tras su muerte, múltiples figuras han rendido homenaje a un hombre que marcó como pocos el fútbol alemán.