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Frings, primer descartado

21 de enero de 2010

El entrenador Joachim Löw anunció que no convocará a Torsten Frings al Mundial de Sudáfrica 2010.

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Adiós al sueño de Sudáfrica.Imagen: AP

Frings disputó con Alemania las finales del Mundial 2002, la final de la Eurocopa 2008, y fue –de lejos- el jugador más constante de la selección durante el Mundial 2006. Esos méritos, sin embargo, no fueron razones suficientes para que el entrenador Löw pensara en él como una opción para el Mundial, lo que convierte al mediocampista de 33 años en un pensionado que sólo acumuló 79 partidos vistiendo el uniforme alemán, el último de ellos contra Noruega en febrero del 2009.

Muestra de respeto

Joachim Löw nachdenklich bei PK vor Spiel gegen Finnland
Joachim Löw, el entrenador.Imagen: picture-alliance/ dpa

El entrenador de Alemania, de todas formas, le rindió a su manera un homenaje a la trayectoria de Frings al optar por comunicarle personalmente al jugador la noticia. En una reunión con Löw en Bremen, ciudad para cuyo club juega, el mediocampista se enteró de que no irá a Sudáfrica; la alternativa del entrenador hubiera sido no decir nada, y simplemente no invitar al jugador al encuentro de la próxima semana, en Stuttgart, donde harán una prueba de su estado físico, y cumplirán compromisos comerciales, todos los futbolistas alemanes que tienen opciones de ir al Mundial.

“Creo que esa conversación se la debíamos a Torsten porque él, a lo largo de los años, fue uno de los más importantes valores de la selección” declaró el entrenador en un comunicado, al conocerse públicamente la reunión, que pretendía ser conservada en secreto. Frings, por su parte, no ocultó su decepción y fue el encargado, a través del departamento de prensa del Bremen, de revelar lo acontecido: “yo ya contaba con ello, se veía venir y ahora no me queda otra alternativa que aceptar la decisión, pese a que mi opinión es muy diferente a la de Joachim Löw” dijo.

Rivalidad creciente

De otra parte, el – a primera vista – generoso gesto de Löw hacia Frings tiene un trasfondo práctico: el de evitar con una decisión relámpago y definitiva una nueva polémica al interior de la selección alemana como la que se presentó hace casi un año y medio, cuando el entrenador se vio envuelto en una disputa verbal con el capitán del equipo nacional, Michael Ballack, quien lo acuso de “falta de respeto” a los logros y aportes de los jugadores experimentados.

Joachim Löw und Michael Ballack
Löw y Ballack ya habían tenido roces por Frings.Imagen: AP

En aquel entonces Ballack censuró la decisión de Löw de abrir a la competencia la posición de Frings en el mediocampo relegándolo a la banca o, simplemente, no convocándolo a la plantilla. “Respeto y lealtad es lo mínimo que puede esperar un jugador de la selección nacional. Si ya a uno no lo quieren, por lo menos se lo deben decir honestamente”, reclamó Ballack; esta vez Löw siguió su consejo y le dijo a directamente a Frings que ya no contaba con él.

Así se le puso punto final a una relación que no tenía perspectivas de mejorar. La rivalidad entre Löw y Frings crecía con el tiempo pues el jugador se sentía poco respaldado por su entrenador, quien le advirtió que “sólo demostrando que está a tope físicamente tendría una opción de ir al Mundial”. Torsten Frings sabía que, debido a las lesiones sufridas en el 2009 y a su edad, no lograría llegar al nivel que lo hizo brillar en el Mundial del 2006, y le era claro que ante Löw no podría compensar sus deficiencias con experiencia.

Puerta abierta

El adiós a la selección alemana de Torsten Frings significa también el final de una generación del fútbol alemán que llenó al país de alegrías: segundos en el Mundial del 2002; terceros en el Mundial del 2006 en casa, despertando un entusiasmo patriótico hasta ese entonces desconocido; segundos en la Eurocopa del 2008. Frings fue un símbolo de liderazgo y ejemplo de entrega para sus compañeros, entre quienes sólo sobreviven el capitán Michael Ballack y el goleador Miroslav Klose.

Su posición se la disputarán miembros de una nueva generación, que en los últimos años se sumó a la selección: Simon Rolfes (28 años, Leverkusen), Samir Khedira (22, Stuttgart) y uno ya casi veterano, Thomas Hitzlsperger (27, Stuttgart). La salida de Frings abre también espacios para nuevas caras que aún esperan por la oportunidad de vestir el uniforme nacional: Toni Kroos (Leverkusen), Dennis Aogo (Hamburgo) y Thomas Müller (Bayern Munich), quienes fueron llamados al encuentro de la selección la próxima semana y pueden abrigar la esperanza de ir a Sudáfrica, un sueño que para Torsten Frings ya no se hará realidad.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Emilia Rojas