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Fritz, lleno eres de gracia o ¿por qué ahora hay "mulas" europeas?

José Ospina Valencia13 de diciembre de 2007

Las "mulas" sufren una metamorfosis. Antes eran más los latinoamericanos y africanos los que intentaban introducir drogas ilegales en Europa. Ahora muchos europeos tragan cocaína por unos pocos euros. ¿Qué los motiva?

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Cocaína en condones transportada en el estómago.Imagen: picture-alliance/dpa

Desempleado en medio de otros tres millones en la misma situación en Alemania, fumador empedernido y alcohólico público, dos “hobbies” que, aparte de nocivos, resultan ser caros, así se reciba sagradamente la mesada del subsidio al desempleo. Futuro: cero perspectivas, por lo menos aparentemente.

¿Qué hacer entonces si alguien ofrece a la ronda de amigos de taberna desempleados un viaje con todos los gastos pagos a una de esas inalcanzables islas caribeñas con las que ponen a soñar los comerciales de televisión? Sólo hay una condición: de regreso a Alemania los aprendices de vacacionista tienen que traer una singular mercancía por la que en Alemania se pueden pasar hasta 15 años tras las rejas, según la ley de estupefacientes (Betäubungsmittelgesetz, BtMG).

Cocos, cocktails, cocaína y comisarios

El “encargo” puede ir en una maleta o, en el estómago y el intestino grueso. Cada vez hay más europeos dispuestos a servir de “mulas” que no sólo portan cocaína en maletas, sino en el mismo tracto digestivo, allí imperceptible para los perros antidrogas, pero no para los aparatos de rayos X de la policía alemana de fronteras.

Polizei-Hauptmeister Thomas Hecht läßt am Donnerstag (14.06.2007) in Rosenheim seinen Schäferhund "Pit" an sichergestellten Päckchen Haschisch schnüffeln.
Pit, el perro caza-drogas de Rosenheim.Imagen: picture-alliance/dpa

“A menudo, las 'mulas' buscan entrar a Alemania a través del aeropuerto de Ámsterdam, a donde han llegado procedentes del Caribe u otro país latinoamericano”, dice a DW-WORLD Ulrich Schulze, de la policía aduanera de la ciudad de Essen, quien se sorprende al ver cuán grandes son las bolsas de cocaína empacada en dedos de guantes o condones: “A veces hemos capturado a personas que han tragado decenas de bolsas de cocaína del tamaño de un huevo”, cuenta Schulze.

La sorpresa no sólo es por las dimensiones sino por el incalculable riesgo de muerte al que se exponen las “mulas”, como los casos que muestra la película colombo-estadounidense “María, llena eres de gracia”. Se rompe un solo guante o condón en el estómago, por acción de los ácidos gástricos o porque el/la portador/a no resistió el hambre y la sed durante las largas horas de viaje, la muerte es segura.

Filmszene Maria voll der Gnade
Escena de la película "María, llena eres de gracia".Imagen: dpa/Universum

La cocaína es un poderoso narcótico con fuerte acción depresora sobre el sistema nervioso central que puede provocar la muerte por parálisis del centro respiratorio. La administración masiva o repetida de este alcaloide genera efectos letales sobre el músculo cardiaco, que pueden matar en cuestión de minutos.

Alemania: lucha antinarcóticos en todas las fornteras

Según Schulze, además de la ruta occidental a través de los Países Bajos, hay otras rutas que los narcotraficantes utilizan para introducir alucinógenos en Alemania: “Por el norte los criminales utilizan a Dinamarca, mientras que por el sur es España la puerta de entrada, pero lo son también Italia y Austria”.

La precaria situación social y pauperización de una creciente “clase baja” alemana son dadas como principales razones para que cada vez sea mayor el número de personas dispuestas a arriesgarse a pasar directamente de un hotel con playa al mar a una celda con ventana embarrotada en algún panóptico europeo.

El caso de dos amas de casa de sendos pueblos vecinos a Bonn que armaron prácticamente un cartel familiar de tráfico intercontinental de cocaína ha sido presentado por las autoridades como una muestra de la alarmante innovación criminal de personas que hasta ahora se habían conformado con recibir ayuda social del Estado, ver por los hijos y tejer o beber cerveza.

En busca de un “nicho comercial” aterrizan en la cárcel

Entusiasmadas con el éxito de su primera misión que las llevó a la República Dominicana y de donde lograron traer varios kilos de cocaína, las mencionadas damas contrataron luego a sus maridos, hijas, hijos, sobrinos y amigos que simulando hacer vacaciones en el Caribe llegaron a introducir en Europa por los menos 50 kilos de alcaloide por un valor superior al millón de euros.

Drogen, Kokain
La insaciable adicción de los europeos.Imagen: AP

Tan próspero y seguro les pareció a estas dos amas de casa alemanas el insospechado “nicho comercial” que expandieron el negocio ilícito a Nueva York. Pero como tanto va el cántaro al pozo que tarde o temprano se rompe, las dos mujeres cayeron en manos de agentes germanos y holandeses y hoy lo más seguro es que las mini-capos y sus familias vayan a pasar muchas navidades juntos, en la cárcel.