Lorena Cabnal y la Red de Sanadoras Ancestrales que lidera, denuncian el machismo en las comunidades, y el racismo que sufren los pueblos indígenas. Promueven el feminismo comunitario y empoderan a otras mujeres para que reivindiquen su autonomía frente al patriarcado ancestral originario. Además, para que rechacen el sistema de opresión a la que muchas veces las mujeres son sometidas en sus propias comunidades.
Lorena, sanadora ancestral, comparte su camino de sanación después de haber sido abusada por su padre. Ella y sus compañeras luchan por defender el “territorio cuerpo” como el “territorio tierra”. Su combate pacífico pero determinado, contra el despojo de sus territorios, está vinculado con las luchas contra la violencia machista que abunda en ellos. Con mujeres que en ocasiones prefieren proteger su identidad hacen ceremonias y practican el "acuerpamiento”, una forma de reciprocidad solidaria para hacer frente al miedo y la desprotección del Estado.