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Cuando Nelsa Curbelo era pequeña soñaba que había que trabajar por la paz. Y eso es lo que ha hecho toda su vida, con valor y confiando en que las personas siempre pueden cambiar para mejor.
Uruguaya de nacimiento, vive en Ecuador desde la década de 1970 y tiene una larga experiencia como mediadora en conflictos e innumerables anéctodas para contar.
Nelsa Curbelo dice que de los indígenas aprendió, entre otras cosas, a tener paciencia y a dialogar. Cualidades que fueron más tarde fundamentales para acercarse, entender y rescatar de la violencia a miles de pandilleros en Ecuador.