Fundador de "Colonia Dignidad" detenido en Argentina
10 de marzo de 2005"Colonia Dignidad" fue, durante décadas, una especie de agujero negro inserto en la geografía del sur de Chile. El enclave alemán, siempre rodeado de misterio, despertaba todo tipo de pasiones: desde la defensa a ultranza de aquellos que veían en sus habitantes a unos esforzados colonos alemanes, ejemplarmente trabajadores y disciplinados, hasta el repudio más absoluto de quienes denunciaban que en el interior del recinto de lo que hoy es Villa Baviera se había torturado durante la dictadura militar, que se practicaban abusos sexuales a menores y que varios de los miembros de la secta eran retenidos allí contra su voluntad.
Condena en ausencia
Las sospechas se confirmaron cuando, reinstaurada la democracia en Chile, las autoridades pusieron en marcha el aparato judicial para desentrañar esa turbia maraña que rodeaba a Colonia Dignidad, otrora inscrita como sociedad benefactora, que perdió tal calidad por casos de evasión tributaria. En el centro de las diligencias quedó el fundador de la secta, Paul Schäfer, quien logró escapar de la policía y permanecer oculto durante años. Eso no impidió que la Justicia chilena condenara al octogenario personaje en ausencia, en noviembre pasado, por abuso sexual de menores en 26 casos. También otros 22 miembros de Colonia Dignidad, alemanes y chilenos, recibieron penas de hasta 5 años de cárcel.
Huellas en Alemania
La huella de Schäfer se pierde en Alemania en 1961, cuando abandonó el país debido a que se habían emprendido investigaciones en su contra por cargos de pedofilia. En la localidad de Siegburg, cercana a Bonn, donde la secta siguió manteniendo una sede durante muchos años, existía una orden de captura en su contra. De hecho, al partir a Chile, el líder sectario se llevó consigo a una cantidad de seguidores, incluyendo a menores de edad.
El tema de Colonia Dignidad también estuvo presente en las relaciones germano-chilenas durante un tiempo. No sólo por tratarse de alemanes que instalaron en Chile una macabra réplica de la Baviera decimonónica, sino porque también hubo ciudadanos alemanes que lograron huir y presentaron su caso a los tribunales. Quizá la captura de Schäfer contribuya a arrojar nuevas luces sobre el pasado de Colonia Dignidad. Si no, por lo menos brinda a sus víctimas el consuelo de que esta vez no logrará salir impune.