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Ganando y perdiendo en Irak

GG18 de diciembre de 2003

Varios países europeos acordaron con EEUU una “reducción sustancial” de la deuda de Irak. Las empresas privadas, sin embargo, no quieren perder su dinero.

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El presidente del Consejo de Gobierno provisional iraquí, Abdul Aziz Al Hakim, en Berlín.Imagen: AP

El asunto de la reducción de la deuda y los contratos para la reconstrucción del Irak se esta convirtiendo en un juego de ruleta. Mientras Francia y Alemania prometieron rebajar la deuda iraquí dentro del marco del Club de París, varias empresas alemanas muestran temor de perder su dinero invertido.

“Nosotros insistimos que se paguen las deudas”, declaró un portavoz de la empresa de construcciones Strabag en Colonia. Las cuentas pendientes de Irak con Strabag asciendan a un total de 410 millones de euros, según declara la empresa. La mayoría de las demandas provienen de la construcción del aeropuerto de Basra y de una autopista.

Deudas por encargos

Como Starbag, muchas empresas europeas temen perder su dinero como consecuencia de los esfuerzos de los gobiernos por reducir la deuda de Irak. Sin embargo, el reciente acercamiento entre París, Berlín y Washington en la cuestión espinosa del tremendo endeudamiento iraquí y la posible exclusión de empresas alemanas y francesas de la reconstrucción en Irak no conducirá necesariamente a que esas empresas pierdan sus oportunidades.

El Pentágono ya señaló que revisará los contratos en el marco del concurso de proyectos para la reconstrucción en el Irak y aplazó una conferencia de ofertantes hasta enero. La decisión fue justificada con los planes de devolver la soberanía sobre el país más rápido de lo previsto.

Sin embargo, el retraso coincide con el viaje por las capitales europeas del ex secretario de Estado James Baker, que obtuvo el apoyo de Francia y Alemania para la reducción de la aplastante deuda externa iraquí de 120.000 millones de dólares. Pero Baker tuvo que aguantar también las quejas de los europeos. El Pentágono desencadenó una tormenta de protestas europeas al declarar que las empresas de países que no apoyaron el ataque contra Irak no podrían acudir a las ofertas. La coincidencia entre el retraso y el viaje no parece ser de casualidad.

Oportunidades en Irak

Las declaraciones del Consejo de Gobierno provisional iraquí también dan esperanza. “Hemos decidido mantener las puertas abiertas para todos los estados y todas las empresas”, dijo el presidente de turno de ese organismo, Abdul Aziz Al Hakim, al concluir su visita a Berlín. Hakim se manifestó en Berlín expresamente a favor de que empresas alemanas participen en el proceso de reconstrucción de ese país.

Antes del embargo de la ONU, Alemania fue el principal socio comercial de Irak. Una buena parte del parque industrial y de las plantas de maquinaria iraquíes proceden de Alemania y requieren por ello los conocimientos de este país para poder ser modernizadas. Es muy probable que empresas alemanas todavía tengan la oportunidad de ayudar en la reconstrucción el país, aeropuertos y autopistas incluidos.