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Gazprom amenaza con cortar el tránsito de gas por Ucrania

Andrey Gurkov
14 de julio de 2023

En la disputa sobre los tribunales de arbitraje, Rusia corre el riesgo de perder a su último gran cliente en la UE. La austriaca OMV dice estar preparada para el fin de los suministros rusos.

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Estación de bombeo de gas en Boyarka (Ucrania).
Estación de bombeo de gas en Boyarka (Ucrania).Imagen: Genya Savilov/AFP/Getty Images

Han sido ya tantas las amenazas de Rusia de cerrar el grifo del gas a Europa que casi nadie ha prestado atención a la última. Esta vez, Moscú amenaza a la empresa estatal ucraniana Naftogaz coninterrumpir el tránsito de gas a través de Ucrania. Sin embargo, esto significaría que la empresa estatal rusa Gazpromcortaría la más importante de las dos rutas de transporte que le quedan hacia la UE, a través de la cual sirve a su último gran cliente europeo: Austria. Mientras tanto, el importador de gas austriaco más importante, OMV, envía señales de que está preparado para una emergencia.

Las dos últimas rutas de suministro a la UE

Para entender esta situación especial, primero hay que tener algo en cuenta: a pesar de la guerra en Ucrania, el transporte de gas ruso a través del territorio ucraniano hasta la UE continúa sin interrupción. Esto podría explicarse por el deseo de Kiev de no dejar sin suministro energético ruso a sus vecinos europeos, que siguen dependiendo en gran medida de él. Además, la violación del contrato de tránsito ruso-ucraniano de cinco años, vigente hasta finales de 2024, podría dar lugar a demandas ante tribunales internacionales de arbitraje y, en última instancia, a severas sanciones.

Es probable que Gazprom también se haya guiado por consideraciones similares. Además, la empresa rusa necesita la ruta a través de Ucrania para ganar al menos algo de dinero en la UE, su mercado de ventas más importante con diferencia hasta 2022, tras perder a sus principales clientes europeos, como Alemania. Sin embargo, esta pérdida es autoinfligida.

Bruselas no impuso sanciones al gas natural ruso. Fue Moscú, en un claro esfuerzo por presionar a los partidarios europeos de Ucrania, quien primero impuso sanciones al gasoducto de gas natural Yamal-Europa (hacia Alemania a través de Polonia) en la primavera de 2022, en conflicto con su socio polaco, y después, el 31 de agosto, interrumpió por completo el suministro a Alemania y Europa Occidental a través del gasoducto Nord Stream 1, que ya estaba gravemente restringido (la destrucción de este gasoducto por un atentado explosivo aún sin resolver no se produjo hasta casi un mes después, el 26 de septiembre).

Esto dejaría a Gazprom con solo dos rutas intactas de suministro a la UE. Está el segundo ramal del TurkStream, que va de Turquía a Bulgaria y continúa con el nombre de Balkan Stream por Serbia hasta Hungría. Este gasoducto tiene una capacidad anual de menos de 16.000 millones de metros cúbicos. Y está la ruta de transporte a través de Ucrania, mucho mayor, que se construyó durante la Unión Soviética y que Rusia amenaza ahora con cerrar.

El entonces director general de OMV, Rainer Seele (delante a la izquierda), y el director general de Gazprom, Alexej Miller, en la firma del contrato en 2018, en presencia del ex canciller Sebastian Kurz y del presidente ruso, Vladímir Putin.
El entonces director general de OMV, Rainer Seele (delante a la izquierda), y el director general de Gazprom, Alexej Miller, en la firma del contrato en 2018, en presencia del ex canciller Sebastian Kurz y del presidente ruso, Vladímir Putin.Imagen: GEORG HOCHMUTH/picturedesk/APA/picture alliance

El jefe de Gazprom califica de "ilegítimos" los tribunales de arbitraje

El citado contrato de tránsito de cinco años, firmado en diciembre de 2019, estipula que Gazprom bombeará 40.000 millones de metros cúbicos al año por esta ruta de transporte a través de Ucrania y Eslovaquia hasta el punto de transferencia austriaco de Baumgarten, entre 2021 y 2024. En este nudo, las entregas rusas fueron asumidas durante décadas por los importadores europeos de gas de Austria, Alemania, Italia, la República Checa, Eslovenia y otros países. Mientras tanto, prácticamente el único cliente importante que queda es la empresa austriaca de petróleo y gas OMV, de propiedad parcialmente estatal.

El comprador de gas natural ruso más antiguo de Europa Occidental sería ahora, en teoría, uno de los perjudicados si Gazprom cumpliera su última amenaza contra Ucrania. El 6 de julio, el jefe de Gazprom, Alexei Miller, declaró que Rusia podría imponer sanciones a Naftogaz si la empresa seguía recurriendo a los tribunales de arbitraje europeos. En ese caso, sería imposible cualquier otra cooperación, incluido el tránsito.

En vista de las sanciones occidentales y de la "ola de rusofobia en Europa", continuó Miller, Gazprom ya no puede esperar un juicio justo. Los tribunales de arbitraje, por ejemplo en Suiza o Suecia, son por tanto "ilegítimos" y la participación en ellos "inútil".

La disputa sobre las estaciones de medición de gas

Naftogaz quiere que los tribunales de arbitraje aclaren si Ucrania tiene derecho a recibir de Gazprom indemnizaciones multimillonarias. Esto se debe a que en el contrato de tránsito se acuerda que el proveedor ruso debe pagar por el transporte de los citados 40.000 millones de metros cúbicos anuales en cualquier caso, aunque entregue menos. Y desde 2022 entrega mucho menos: en lugar de los 109,5 millones de metros cúbicos diarios, suele suministrar unos 42 millones de metros cúbicos.

Pero la empresa rusa se niega a pagar porque la parte ucraniana no ha aceptado ninguna entrega rusa a través de la estación de medición de gas "Sochranovka" desde mayo de 2022. Desde entonces, el tránsito solo se realiza a través de la estación de medición de gas "Sudzha". Argumento de la parte ucraniana: la ruta de suministro a través de "Sochranovka" atraviesa la región ucraniana de Luhansk, ocupada por Rusia y donde hay combates, por lo que su uso no es posible debido a la guerra.

(gg/ers)