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Grecia: ¡Basta de juegos!

Bernd Riegert (JAG/ER)19 de junio de 2015

Estimados griegos y europeos, ¡ya basta! Por el bien del pueblo griego, hay que llegar a un acuerdo en la cumbre, opina Bernd Riegert.

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Imagen: J. Thys/AFP/Getty Images

El encuentro de ministros de Finanzas del Eurogrupo continúa sin aportar soluciones. Tanto Grecia como los acreedores defienden sus posiciones sin cambios. Ambos alegan que el contrario quiere ir demasiado lejos. Pero eso no puede ser vedad. Una de las partes tiene una visión totalmente distorsionada sobre el amenazante problema que hay que solucionar. Se trata del ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, que sigue sin entender nada a pesar de que hace tiempo que deberían haber comenzado las negociaciones.

Al brillante profesor le gusta exponer ideas complejas, como la de que Grecia será un paraíso con la condonación parcial de la deuda y más dinero impreso del Banco Central. Pero ya no está dando clases, sino que es hora de actuar con sentido en el mundo real. Solo un ejemplo: desde hace semanas, el ministro Varoufakis habla de aumentar los impuestos a los ricos para conseguir sanear las finanzas. Pero eso ya lo podía haber hecho antes. Para eso no se necesitan acuerdos entre instituciones, sino voluntad política y un plan. Pero parece que al gran predicador le faltan ambas cosas.

Bernd Riegert, corresponsal de DW.
Bernd Riegert, corresponsal de DW.

Al ministro griego debería darle qué pensar que ninguno de los otros 18 ministros, ni el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo, sepan qué hacer con sus teorías. Varoufakis y Syriza juegan con el destino de los griegos, que podría empeorar si el Estado quiebra o incluso sale de la eurozona. ¿Por qué Grecia se empecina en pedir una reconversión de la deuda antes de se haya podido decidir sobre el pago de 7.200 millones de euros? Varoufakis y su jefe de Gobierno, Alexis Tsipras, tienen que atender al ala radical de su partido. Eso es comprensible, pero no es disculpa para mantener como rehén a todo un pueblo y bloquear a la Unión Europea desde hace meses con la crisis griega.

O el equipo de Gobierno sale de la sombra y aprueba el paquete de ayudas en la cumbre o será hora de nuevas elecciones. El resto de países no está dispuesto a aumentar la deuda sin que Grecia haga concesiones concretas solo para mantenerlo en la unión monetaria. Tras el encuentro de Luxemburgo, a Varoufakis le debería haber quedado claro. Lo máximo que se podrá llegar a alcanzar con una cumbre extraordinaria es una ampliación del programa actual más allá del 30 de junio. Hasta entonces, no se puede pagar más dinero. Sería técnicamente imposible.

También sería cuestionable cómo evitar la bancarrota de Grecia. Para los europeos y las instituciones rige una máxima: si se habla en serio de una unión indisoluble, sería necesaria una señal de esperanza al Gobierno griego sobre el recorte de deuda hasta el lunes. Una vez aplazado el programa, se podrá seguir negociando.

La cumbre extraordinaria del lunes será realmente la última posibilidad para ambos. La jefa del Fondo Monetario Internacional pidió que se comportasen como adultos. Y esperemos que los participantes hagan caso. La cuenta atrás corre y solo quedan once días hasta la posible quiebra de Grecia. Se acabó el tiempo de juego y ahora queremos ver resultados.