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Grecia persigue a evasores

24 de noviembre de 2011

Los griegos deben cerca de 40 mil millones de euros de impuestos. Ahora y se acaba de detener por primera vez a grandes empresarios que se presume le deben millones al Estado.

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El ministro griego, Evangelos Venizelos, toma medidas contra la evasión impositiva.
El ministro griego, Evangelos Venizelos, toma medidas contra la evasión impositiva.Imagen: dapd

Payanotis Petrakis, profesor de Economía en la Universidad de Atenas, calculó que, por culpa de la evasión impositiva, el Estado griego pierde anualmente como mínimo cinco mil millones de euros. La inmediata puesta en marcha de medidas más duras contra evasores impositivos por parte del ministro tiene un efecto simbólico, pero también conlleva un incómodo efecto secundario, opina el economista: “Lo que me molesta es esta atmósfera de razzia en la que se piensa detener a los culpables y difundirlo de inmediato en los medios. Eso envenena el clima en este país”.

Sería mucho mejor que la administración fiscal trabajara más eficazmente, sin tener que fabricar titulares, señala Petrakis. Para él, quien no pague sus impuestos, simplemente deberá tener en cuenta que se tomarán medidas legales en su contra. Según el experto, este es un principio que se da por sentado en una sociedad europea, y que también debería tener validez en Grecia.


La economía clandestina representa un 30 por ciento del producto económico de Grecia.
La economía clandestina representa un 30 por ciento del producto económico de Grecia.Imagen: Picture-Alliance/dpa

Petrakis no cree que eso sólo requiera la colaboración de la administración impositiva, sino, en primer lugar, la de la clase política. Y remarca que es tarea de los políticos crear las condiciones marco adecuadas. El sistema político obstaculiza las reformas necesarias para garantizar su propia supervivencia, opina el economista. Y añade que, desde hace décadas, se han formado estructuras estancas en el aparato estatal que bloquean todo tipo de progreso.

¿Otra vez amenazas vacías?

Hace meses que el ministro de Economía griego, Evangelos Venizelos, se muestra decidido a poner al descubierto a los evasores de impuestos. A mitades de octubre amenazó de manera inequívoca con publicar listas completas con los nombres de los evasores “a partir de la semana que viene”. Pero tuvo que posponer su ultimátum. El lunes 7 de noviembre, el tesorero general griego sentó un plazo definido para todos aquellos que le deben al fisco más de 150.000 euros, para que lo declaren antes del 24 de noviembre. De lo contrario, serán acusados públicamente en internet y se los demandará legalmente.

El politólogo y activista Dionyssis Gousseitis ve el anuncio con escepticismo y dice que, antes que nada, quiere ver hechos. “Estamos esperando ansiosamente la lista de evasores fiscales cuya publicación se posterga una y otra vez. Me pregunto si, a través de esa demora, los evasores fiscales tendrán una última oportunidad de poner en regla sus deudas, o si alguien intentará ganar tiempo y tapar sus fechorías”, advierte.

Protestas en Grecia con las medidas de austeridad.
Protestas en Grecia con las medidas de austeridad.Imagen: dapd

Según Gousseitis, los políticos amenazaron demasiado a menudo con acusar públicamente a los evasores, pero no cumplieron. Por eso, no sorprende que en Grecia la economía clandestina represente el 30 por ciento del producto.

Los partidos populares no apoyan incondicionalmente a Papademos

Actualmente, sobre todo los trabajadores que perciben un salario mínimo o promedio son los que sienten los efectos de la crisis de deuda griega. El nuevo primer ministro interino griego, Lukas Papademos, que preside una gran coalición de gobierno, aumentaría el margen de aceptación de las medidas de ahorro en la población si también obligara a pagar tributo a los que mejor ganan y a los evasores fiscales.

Pero no se da por sentado que Papademos contase para ello con el apoyo de los grandes partidos populares, teme Dionyssis Gousseitis: “Si bien los dos grandes partidos podrían ponerse de acuerdo con respecto a un gobierno de unidad nacional, no tengo la impresión de que estén dispuestos a apoyar incondicionalmente a Papademos”, señala.

Lukas Papademos, primer ministro griego.
Lukas Papademos, primer ministro griego.Imagen: dapd

Unos hablan de un Gobierno que salvará al país, y otros de un Gobierno de transición, e incluso de un Gabinete con fines electorales. En otras palabras: los mismos políticos que sostienen que están detrás del primer ministro son aquellos que le pondrían una y otra vez piedras en el camino, asegura Gousseitis.

En todo caso, el plan del ministro de Economía griego, Venizelos, parece dar resultado. Desde que anunció un ultimátum fiscal y ordenó la detención de evasores famosos, una gran cantidad de pequeños deudores declararon entretanto ante la Oficina Fiscal griega solicitando saldar sus deudas. Y eso le aportó a las arcas estatales griegas más de cuatro millones de euros. Algo es algo, aunque en una Grecia atribulada por las deudas, son sólo gotas de agua en el desierto.

Autor: Jannis Papadimitriou/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz