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Gripe y clasismo

19 de octubre de 2009

La vacuna contra la gripe porcina despierta gran polémica en Alemania. A diferencia del ciudadano común, funcionarios públicos alemanes recibirán una sustancia que causa menos efectos secundarios.

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Imagen: Photoshot

El Berliner Morgenpost, de la capital alemana: "El Gobierno, los servidores públicos de los ministerios y los altos funcionarios federales recibirán un tratamiento preferencial. No les serán inoculadas las mismas sustancias con las cuales el ciudadano común y corriente se protegerá contra la gripe porcina. En vez de ello, recibirán una variante más ligera. Aparecen por ello quienes hablan ya de una ‘medicina clasista'. Sólo uno de cada cuatro alemanes había manifestado la intención de vacunarse contra esta enfermedad. Ahora se manda a los ciudadanos un mensaje adicional: la vacuna ‘normal' no es tan inocua, y por eso los altos funcionarios recibirán una menos activa. No es una señal que aliente a quienes estaban dudosos de dejarse aplicar la inyección.”

Variante grotesca

El Augsburger Allgemeine, de Augsburgo: “El sistema alemán de salud padece enfermedades crónicas, para ventaja de quienes tiene suficientes recursos a su alcance. La campaña de vacunación que ha anunciado el Gobierno hace aparecer una variante nueva y más grotesca de la medicina clasista: en ella, los políticos ya no diferencian entre los asegurados por ley y los que tienen contratos con aseguradoras privadas. Se establece en cambio una división formal entre los poderosos y los que no lo son. Hablando en plata: la canciller, su gabinete, el ejército alemán y muchos funcionarios púbicos recibirán una versión de la vacuna más fácil de asimilar para el cuerpo. Al resto de la República le será inoculado un suero que contiene sustancias controvertidas.”

Efectos secundarios

El Badische Zeitung, de Friburgo: “Altos funcionarios recibirán una vacuna que no contiene mezclas controvertidas y que, por tanto, causará menos efectos secundarios como dolor de cabeza e inflamación. No podía haber peor publicidad para la vacuna. Muchos de quienes no se habían preocupado por tales efectos comenzarán ahora a hacerlo. También dudarán sobre si deben aplicarse o no una vacuna contra una pandemia que no aparece.”

Conejillos de indias

En Hannover, el Neue Presse: “¿Un pueblo como conejillo de indias? Después de todo, ya fueron ordenadas 50 millones de dosis de la controvertida sustancia y de alguna manera deben ser usadas. El gabinete federal tiene confienza suficiente en esta vacuna, como para ofrecerla a la población. Dicha confianza, sin embargo, no llega tan lejos como para que el Gobierno aplique la sustancia en sus miembros. ¡La alta dirigencia del Estado debe atravesar en buenas condiciones la época de gripe! El único consuelo en todo esto es que nadie está obligado a dejarse inyectar.”

Editor: Pablo Kummetz