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Guantánamo: aunque inocentes, prisioneros para siempre

mb7 de agosto de 2008

El primer juicio en el Tribunal Militar en la base estadounidense de Guantánamo pone de manifiesto lo irregular del manejo de la Justicia para los prisioneros que llevan en la frente el sello de “peligro para el mundo”.

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"Una gran cantidad, probablmente, nunca sean liberados"Imagen: AP

En el primer juicio de Guantánamo un Tribunal Militar de Estados Unidos ha declarado parcialmente culpable al chofer de Osama Bin Laden, el yemenita Salim Hamdam.

El jurado lo encontró culpable de apoyo al terrorismo, sin embargo lo declaró inocente del cargo de conspiración en un acto de terrorismo. Aunque la condena aún no se ha dado a conocer, a Hamdan podría caerle una cadena perpetua. Ése será probablemente el precio de ser chofer de Bin Laden.

El gobierno norteamericano argumenta que Hamdan era miembro del círculo cercano de Bin Laden y por lo tanto estaba al corriente de los planes terroristas. La defensa dice que él sólo actuaba como chofer y no estaba involucrado.

En tanto, Jalid Sheij Mohammed, el presunto instigador de los ataques del 11 de septiembre de 2001, aseguró en una respuesta escrita a preguntas realizadas por la defensa de Hamdan que éste era un chofer y mecánico de bajo nivel, que no estaba educado y no estaba en posición de apoyar acciones terroristas ni tenía conocimiento de potenciales complots.

Salim Hamdan
Salim HamdanImagen: AP

Declaraciones bajo presión

La fiscalía acusaba a Hamdan de ser prácticamente guardaespaldas de Bin Laden y de ayudarle a escapar de la persecución estadounidense. El tribunal declaró al comienzo del proceso las propias declaraciones de Hamdan inservibles, por haber surgido bajo el empleo de métodos de presión. Hamdan, de 37 años, fue capturado en Afganistán en 2001 y desde mayo de 2002 está detenido en la base de Guantánamo, donde está entre los veinte de los 265 prisioneros que enfrentan acusaciones por crímenes de guerra.

Los procesos ante el tribunal especial son internacionalmente controvertidos porque los inculpados tienen menos derechos que en procesos civiles y en militares en condiciones normales. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional calificó estos procesos como “de segunda clase a los que el gobierno estadounidense nunca sometería a sus ciudadanos".

Una de las diversas irregularidades que ven los críticos de estos procesos es, por ejemplo, el hecho de que los prisioneros de Guantánamo tienen que contar con seguir prisioneros a pesar de que no sean hallados culpables. “Hay una gran cantidad de prisioneros en Guantánamo que probablemente nunca sean liberados, pues constituyen un peligro para el mundo”, declaró el portavoz del Pentágono, Geoff Morrell.