Antigua cueva maya revela misteriosas huellas de manos
6 de mayo de 2021Decenas de huellas negras y rojas de manos pintadas descubiertas en una cueva de la península de Yucatán (México) podrían aportar información sobre los rituales mayas de paso hacia la edad adulta.
Según un informe de Reuters, se cree que las antiguas huellas de manos tienen más de 1.200 años de antigüedad, lo que los situaría cerca del final del apogeo clásico de los antiguos mayas, cuando las principales ciudades del actual sur de México y Centroamérica prosperaron en medio de importantes logros humanos en matemáticas y arte.
El hallazgo se encuentra en la región de Puuc, en el norte de la península de Yucatán, cerca de los antiguos centros de poder mayas de Uxmal y Chichén Itzá. La cueva se encuentra a 10 metros bajo un gran árbol de ceiba, considerado sagrado para los mayas.
El árbol sagrado de la ceiba
Algunos mayas (y muchas otras culturas indígenas centroamericanas) consideran sagrado el árbol de la ceiba –conocido como ya'axche en maya yucateco–, escribe Yucatán Today. La ubicación de esta cueva cerca de un árbol de Ceiba podría explicar por qué fue elegida para uso religioso o ceremonial, dice arqueólogo Sergio Grosjean.
El arqueólogo sostiene que los 137 grabados de huellas de manos fueron probablemente realizados por niños al entrar en la pubertad, debido a un análisis de su tamaño, y que los colores proporcionan una pista sobre su significado.
El negro simbolizaba la muerte; el rojo, la guerra o a la vida
"Imprimieron sus manos en las paredes de color negro... lo que simbolizaba la muerte, pero eso no significaba que fueran a ser asesinados, sino la muerte desde una perspectiva ritual", dijo. "Después, estos niños imprimían sus manos en rojo, lo que hacía referencia a la guerra o a la vida", añadió.
Otros artefactos mayas encontrados en la cueva incluyen un rostro tallado y seis esculturas en relieve pintadas, que datan de entre el 800 y el 1.000 d.C., una época en la que una grave sequía azotó la región y pudo haber contribuido al repentino abandono de las principales ciudades por parte de los mayas clásicos.
Aunque los primeros asentamientos mayas se remontan a hace casi 4.000 años, todavía existían grandes centros cuando llegaron los conquistadores españoles a principios del siglo XVI.
Varios millones de mayas siguen viviendo en comunidades dispersas por estados del sureste de México como Chiapas y Campeche, además de Guatemala y Belice.
FEW (Reuters, Televisa, La Jornada Maya, Yucatán Today)