¿Qué resulta de fusionar el quechua con el skate?
La pollera es un símbolo de resistencia, empoderamiento, explica Huara Medina Montaño, una de las integrantes de Imilla Skate. ¿Se refiere a la destreza que van adquiriendo sobre la patineta? No solo: vestir de pollera ha estigmatizado ya desde la época colonial. De hecho, fueron los españoles quienes la implementaron en la zona andina. Así clasificaban a las mujeres sirvientas o campesinas. Todas las chicas del colectivo Imilla Skate tienen anécdotas de sus madres, abuelas o tías que dejaron de usar la tradicional prenda por miedo a ser discriminadas. Prefirieron adaptarse a la cultura que les imponía el entorno. Lo mismo ocurrió con las lenguas aimara o quechua. Dejaron de hablarlas en el hogar, para que las hijas tuvieran un porvenir mejor y no fueran objeto de discriminación por su acento. Ahora ellas: Huara, Brenda, Belén, Deisy, Estefanny, Elinor, Susan y Fabiola, la nueva generación, protagonista de la movilidad social, resignifica la pollera de sus ancestras sobre la patineta.