Hacia el caos

El Frankfurter Allgemeine Zeitung escribe al respecto: "Parece incontrovertible que la facción Fatah-al-Islam se acerca a la red terrorista de Al Qaida, lo cual se confirma con la presencia de yihadistas extranjeros. Con todo ello se perfila un panorama peligroso sobre el Líbano: el crecimiento de una gran organización terrorista, que no sería dirigida por Hamas ni por Fatah, en los territorios palestinos. Dado que no se puede descartar una alianza por conveniencia entre éstas y otras agrupaciones terroristas, Israel podría ubicarse frente a nuevos retos."

Debilidad institucional

El periódico conservador Die Presse, editado en Viena, analiza la violencia en Líbano desde la siguiente perspectiva: "Las causas de la situación actual recuerdan a la época de la guerra civil. Las instituciones del Estado son débiles, y facciones armadas como la chií Hizbollah son las auténticas poseedores del poder. La situación humanitaria en los campos de refugiados palestinos es todavía catastrófica, lo cual constituye un caldo de cultivo para extremistas. Si uno ha de creer a los reproches del gobierno en Beirut, es Siria la que ha intervenido de nuevo para apoyar a la organización Fatah-al-Islam."

Nebuloso fundamentalismo

El Corriere della Sera, de Milán, coincide con el anterior punto de vista: "En el análisis de la situación al interior y en torno de Líbano, el llamado "complot sirio" es un último intento por impedir la investigación de la ONU sobre el asesinato del primer ministro Rafik Hariri, ocurrida en 2005. Siria encabeza, pues, la lista de países sospechosos. Aparecen también, como marionetas, los extremistas de la organización radical islamista Fatah al-Islam. Éstos piensan que combaten al servicio de Al Qaida, y posiblemente pertenezcan a ese círculo. Pero en realidad, lo que acaban haciendo es el trabajo de aquellos que desean llevar al Líbano en dirección hacia el caos. Para Beirut, el culpable es Siria; para los palestinos, Israel, y para otros, el fundamentalismo islámico en general. Esto es precisamente lo que caracteriza al nebuloso fundamentalismo en Líbano."

Prueba del destino

Desde Francia, Le Figaro se ocupa también del tema: "Se trata de una nueva prueba que el destino le ha puesto a Líbano. Los opositores prosirios no dejarán pasar la oportunidad de fustigar al gobierno de Siniora por no garantizar la seguridad. La coalición prooccidental, por su parte, señala al gobierno de Siria, que pretendería enturbiar el panorama en el que las Naciones Unidas se preparan para establecer un tribunal especial a find e investigar el asesinato del primer ministro Rafik Hariri. Debe hacerse todo lo posible, y pronto, para que la violencia no se extienda."