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¿Hasta cuándo? Atentado en Irak mata a 22 personas

4 de febrero de 2013

Un sujeto vestido de civil se infiltró en una reunión de una milicia progubernamental y se hizo explotar.

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Una de las manifestaciones sunitas contra el Gobierno.
Una de las manifestaciones sunitas contra el Gobierno.Imagen: picture-alliance/dpa

Un nuevo atentado suicida se suma a la larguísima lista de ataques en Irak. Esta vez, un sujeto vestido de civil se infiltró en una reunión de una milicia y se hizo estallar, llevándose consigo la vida de otras 21 personas y dejando al menos unos 50 heridos, según fuentes de seguridad iraquíes.

El terrorista llegó a un encuentro de combatientes de la tribu Sahwa y detonó el cinturón de explosivos que llevaba puesto en medio de los soldados, mientras estos retiraban sus salarios en Taji, un pueblo ubicado unos 20 kilómetros al norte de Bagdad, dijo la policía.

"Recibimos una llamada de que había habido una enorme explosión en la sede de Sahwa en Taji", dijo el funcionario policial local Furat Faleh. "Cuando corrimos al lugar, vimos que yacían personas ensangrentadas y había dinero desparramado en medio de charcos de sangre", agregó.

El atentado parece un esfuerzo de los insurgente sunitas por avivar el descontento contra el primer ministro chiita, Nuri al-Maliki. Las víctimas son, de hecho, sunitas que se aliaron al Gobierno central para enfrentarse al brazo local de Al Qaeda.

Disputas étnicas

Si bien ningún grupo se adjudicó el ataque, una milicia rebelde local vinculada a Al Qaeda ha apuntado con frecuencia a Sahwa, prometiendo recuperar el terreno perdido durante la prolongada lucha contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses, e instó a los sunitas del país a levantarse en armas contra el primer ministro Al-Maliki.

Con el de este lunes, suman ya siete ataques suicidas en un mes, una señal de que los insurgentes sunitas están buscando expandir su campaña para avivar las tensiones contra el Gobierno de Maliki.

El descontento social y la renovada violencia en Irak también hacen temer que la guerra civil en la vecina Siria -donde los rebeldes sunitas están combatiendo contra el presidente Bashar al-Assad, un aliado del Irán chiita- quiebre el inestable equilibrio sectario y étnico iraquí.

DZ (Reuters, dpa)