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Holgado triunfo de Erdogan en Turquía

Emilia Rojas22 de julio de 2007

El gobernante partido conservador-islámico AKP, el más pro-europeo del espectro político turco, logró en los comicios parlamentarios una victoria aún más amplia de lo que se auguraba.

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Las encuestas presagiaban una victoria para el primer ministro turco, quien concurrió confiado a votar.Imagen: AP

Sorprendentemente clara resultó en Turquía la victoria del partido de gobierno, que comenzó a perfilarse desde la publicación de los primeros cómputos. Ello se traducirá en una significativa mayoría parlamentaria para el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien había anunciado su intención de abandonar la política si perdía el respaldo de la ciudadanía.

Buena nota para el gobierno

Pese a la polémica en torno a su partido conservador-islámico AKP, la población no parece temer tanto al espectro dibujado por la oposición laicista en el horizonte: el del resblandecimiento del estricto secularismo que marca al Estado con el sello del padre de la Turquía moderna, Kemal Atatürk. De hecho, los simpatizantes del gobierno hacen notar que el AKP es el único partido que ha conseguido conjugar el espíritu islámico con una orientación democrática, lo cual le confiere un carácter modélico para la región. Además, la administración de Erdogan ha impulsado reformas económicas que han posibilitado el mayor crecimiento experimentado por el país en décadas.

Ello explica el respaldo que ha obtenido en las urnas. Pero no implica necesariamente que se logre dar por superadas las tensiones políticas en Ankara. Una de las primera tareas que deberá emprender el parlamento emanado de estos comicios será la de elegir un presidente. Fue precisamente el rechazo al candidato de Erdogan para ese cargo -el ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Gül- lo que desencadenó la crisis que desembocó en estas elecciones anticipadas. Si se insiste en su candidatura, es posible que el impasse vuelva a repetirse. Pero Erdogan ya ha dado señales de disposición a buscar una alternativa capaz de concitar más adhesiones.

Europa, atenta

La alta participación electoral registrada este domingo es, en todo caso, una buena noticia de por sí. El hecho de que miles de personas suspendieran incluso sus vacaciones para acudir a las urnas demuestra que el ejercicio democrático no es sólo una figura retórica, lo cual ha sido registrado sin duda en las capitales europeas, que siguieron con atención el desarrollo de estas elecciones.

El resultado electoral también resulta significativo para las futuras relaciones de Turquía con la Unión Europea. Antes de conocerse el desenlace, el comisario a cargo de los asuntos relativos a la ampliación de la UE, Olli Rehn, había manifestado la esperanza de que Ankara redoble tras los comicios sus esfuerzos reformistas y siga avanzando hacia Europa. Y eso es lo que en principio cabría esperar de un fortalecido Erdogan. No obstante, nada indica que el camino vaya a ser fácil de recorrer.