Luchar a pesar de todo
22 de marzo de 2012
Hace tres años, poco antes de ser convocado a prestar servicio militar en su país, al joven egipcio Magid El Rabeiy, de entonces 29 años, se le diagnosticó sida, algo que lo conmovió profundamente. Dice que se contagió por haber tenido relaciones sexuales con un hombre sin haberse protegido. A Magid le costó mucho aceptar su enfermedad. Como muchos otros afectados por el sida, teme la discriminación y se aísla cada vez más de su entorno.
Pero Magid se animó a contarle a su familia que tenía sida. Ellos lo apoyaron, y gracias a eso pudo salir del aislamiento. Es el único ciudadano egipcio que se atrevió a dar a conocer públicamente su homosexualidad y su enfermedad. “El Gobierno egipcio todavía se niega a reconocer que en Egipto hay enfermos con el virus VIH”, dice, “y por eso me decidí a salir del armario”. Lo que Magid quiso decirle al Gobierno es que hay muchas personas enfermas de sida en Egipto, y que él es prueba de eso.
Aumentan casos de sida
De acuerdo con ONUSIDA, un proyecto de las Naciones Unidas que coordina diversas actividades en varios países para combatir el sida, en Egipto hay alrededor de 11.000 personas que sufren de esa enfermedad. El virus se propaga con más velocidad entre los hombres homosexuales. Según estimaciones, ya hay un cinco por ciento de los hombres homosexuales y bisexuales portadores del virus VIH. Magid El Rabeiy es uno de ellos. Hasta ahora, Egipto no cuenta con asesoramiento médico y casi imposible conseguir medicamentos contra ese mal. La situación, dice Magid, es catastrófica. Y el Estado egipcio cierra los ojos ante esta triste realidad.
Una de las causas de esa negación es la prohibición vigente en Egipto de mantener relaciones con personas del mismo sexo. “Egipto es un país musulmán, y, como en casi todos los países árabes, el hecho de que un hombre tenga contacto sexual con otro es ilegal y es considerado un pecado”, explica el joven de 32 años. Y la actitud de muchos líderes religiosos contribuye a que la sociedad no acepte a los homosexuales ni a los hombres homosexuales que ejercen la prostitución, ya que en la religión musulmana los homosexuales son calificados de criminales y pecadores, señala Magid.
Esto es confirmado por el politólogo Mahmoud Ayad: “La homosexualidad se considera un gran pecado del hombre ante Dios. Si alguien lo confiesa públicamente está rompiendo un tabú”. Durante mucho tiempo, algunos países de Cercano Oriente creyeron que sus sociedades eran “inmunes” al virus VIH, dice el experto. También Egipto.
Cambio de pensamiento en países musulmanes
En África del Norte y Cercano Oriente hay, según ONUSIDA, 460.000 personas enfermas de sida, lo que significa que la cifra de casos de sida se ha casi triplicado en la región en los últimos diez años. Además de las relaciones tanto heterosexuales como homosexuales sin tomar medidas de protección, también las infecciones a través de agujas infectadas entre adictos a las drogas son la causa principal de la propagación de la enfermedad.
En vista del peligro de epidemia, algunos países de la región están viviendo un cambio de mentalidad al respecto: Túnez, Marruecos, Jordania, Libia e Irán están comprometidos activamente con la lucha contra el virus VIH y el sida, y ofrecen asesoramiento sanitario y tratamientos. Una lucha que no sería posible llevar a cabo sin el apoyo de los líderes religiosos, señala Magid El Rabeiy. “La mayoría de los árabes son muy religiosos, y para ellos es muy importante respetar lo que está permitido y lo que está prohibido. Un líder religioso ejerce una gran influencia en la gente y se lo considera la mano de Dios en la Tierra. Lo que él dice siempre es verdad y siempre es lo correcto”, dice Magid.
Pero también Magid El Rabeiy es un gran ejemplo para muchos enfermos de sida de la región. A pesar de su enfermedad y de la confesión pública de su orientación sexual, no ha permitido que se lo margine. En lugar de eso, fundó la organización no gubernamental “The friends of life”, una asociación de bien común que trabaja para fortalecer los derechos de los enfermos de sida en Egipto.
Autora: Michaela Paul/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz